Los abejorros mejoran la producción de tomate
Giovanna Chethúan Esguerra/NOTICyT/DICYT Tanto los productores de alimentos, como los compradores, buscan algo en común: lograr obtener frutos bien desarrollados y de buena calidad. Estas características, solo se logran obtener por medio de un proceso de polinización adecuado, el cual es fundamental en los cultivos de flores y hortalizas. Según Alexandra María Klein, investigadora y teórica alemana, “el 35% de la producción global de alimentos depende de la polinización de cultivos por animales”. Esto significa que de todos los alimentos que consumimos, la mayoría han pasado por un proceso de polinización, complejo y variado según el fruto o el territorio donde el cultivo se encuentre.
Por polinización, se entiende el proceso de transporte de granos de polen entre una planta y otra. Se divide en polinización directa o autopolinización, y polinización mediada por agentes externos. En este caso, la polinización entomófila es aquella que usa insectos para llevar polen de una planta a otra, y lograr la fecundación necesaria para la obtención de frutos.
El manejo en cultivos de este proceso natural no se ha desarrollado de la manera más apropiada en Colombia, a diferencia de países europeos y de Estados Unidos, que tienen programas de manejo de polinización sistemática mucho más avanzados, los cuales hacen más eficiente la producción a gran escala de alimentos de buena calidad.
A raíz de esta necesidad, en el país surgió una línea de investigación sobre la polinización con abejorros en la Universidad Militar Nueva Granada (UMNG) en el año 2000. Los gestores de este proyecto son José Ricardo Cure, decano de la Facultad de Ciencias de la UMNG del programa de Biología Aplicada; Dieter Wittmann, investigador de la Universidad de Bonn, Alemania; y Maria Teresa Almanza Fandiño, investigadora principal del proyecto de la UMNG.
La idea era usar la misma técnica de polinización con abejorros en Colombia, instaurada en Europa y desarrollada principalmente en Bélgica y Holanda, utilizando las especies nativas y no las europeas. La razón, según la investigadora Almanza, es que “no está bien introducir especies de otro lugar por los efectos ecológicos que esto pueda tener”, entonces fue necesario hacer un estudio de las especies nativas basadas en las técnicas de cría de abejorros que son utilizadas por el grupo de investigación de Wittman, de Alemania.
El proyecto cumple con el Convenio de Diversidad Biológica que firmó Colombia en el año 1992, que busca la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y el adecuado acceso a esos recursos, entre otros.
El proceso de adaptación del modelo alemán fue dispendioso, ya que los cultivos en Colombia tienen características diferentes en materia de temperatura y espacios más abiertos. La especie que fue tomada en cuenta para realizar esta investigación, fue el abejorro Bombus atratus, el cual se encuentra entre 1.200 y 2.800 metros sobre el nivel del mar.
La Sabana Cundiboyacense es el lugar que cumple con dicha locación, perfecta en temperatura y terreno para el Bombus atratus. Después de estudiar las especies, su biología básica, sus nidos, y su forma de alimentación (néctar y polen), se procedió, según Almanza, a “criar colonias en cautiverio, llevarlas al cultivo y empezar el proceso de polinización”.
Producción de tomates
El proyecto se llama “Efecto de Bombus atratus (Hymenoptera: Apidae) sobre la productividad de tomate (Lycopersicon esculentum Mill.) bajo invernadero en la Sabana de Bogotá, Colombia”. Se hizo con base en cultivos de tomate, ya que fue el principal problema de muchos productores de la región según la investigadora.
Los datos de su estudio, demuestran que casi el 98% de los tomates se autopolinizan, pero los frutos no son de buena calidad. Por esto, es necesaria la ayuda de agentes externos para que lleven el polen y el fruto sea más grande.
Los abejorros Bombus atratus, tienen ciertas características que los hacen mucho más apropiados para polinizar determinados tipos de plantas. Por ejemplo, la planta del tomate, tiene una flor que sólo suelta el polen por medio de la vibración.
Este movimiento lo logra perfectamente el abejorro, a diferencia de la abeja tradicional que se usa en otros cultivos para el proceso de polinización. El Bombus atratus, por su tamaño y capacidad vibratoria, logra llevar mucho más polen de una flor a otra, logrando que el proceso de fertilización sea más beneficioso para el fruto.
Según el entomólogo Edison Torrado, docente e investigador de la facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de Colombia, “los abejorros son complementarios con las abejas, sin embargo, la polinización se hace con un método conocido como polinización por zumbido, que es más efectivo que el de la abeja”.
Torrado afirmó que para este cultivo “los abejorros son insectos que trabajan gratis para nosotros en la fecundación de las plantas. El valor agregado que tienen es el aumento de dicha fecundación, lo que genera realmente unos frutos de muy buena calidad”.
A diferencia de las abejas, los abejorros no cuentan con un sistema de comunicación tan efectivo, y por esto es difícil que toda una colonia emigre de un cultivo en busca de una fuente mejor de alimento. Lo ideal, según la investigadora principal, es poder desarrollar un sistema de producción sostenible, implementando manejos alternativos de plagas para que los abejorros puedan cumplir su función, y para que los cultivos no se vean afectados por agentes externos.
Con el proyecto, según María Teresa Almanza, “proponemos un sistema de producción en el cual el beneficio debe ser mayor con la técnica”. Los resultados son visibles: se obtuvieron frutos un 14'3% más grandes, 40'9% más pesados, y un 42'2% más homogéneos.
También, evaluando el contexto socioeconómico colombiano, la implementación de este proceso en la producción de tomate y de otras hortalizas debe ir acompañado de un manejo especial de la colonia para que ésta se quede en el cultivo de una forma natural. Así, es posible manejar los costos de implementación de la colonia de abejorros y hacerlo viable para los productores.
Actualmente, existen dos lugares en los cuales se desarrolla el proceso de polinización por medio de abejorros: uno de ellos es el Centro Experimental Hacienda Río Grande, sede de la UMNG en Cajicá, y un cultivo comercial ubicado en Sutamarchan.
El objetivo es que pronto los productores de tomate acojan este proyecto para su beneficio. Como lo explicó la investigadora, en Colombia todavía se encuentra muy arraigada la agricultura tradicional, entonces es necesario que los agricultores tomen la decisión de aplicar este sistema alternativo de producción. “el mercado tiene cabida, entonces estas técnicas tienen futuro”, aseguró Almanza.