Salud España , Segovia, Viernes, 12 de febrero de 2010 a las 16:19

Los ácidos nucleicos, relacionados con metástasis de cáncer colorrectal

Un proyecto financiado por Caja Segovia confirma la existencia de ADN tumoral en un alto porcentaje de plasmas con mutaciones del oncogén K-ras

Laura Hernández/DICYT Un grupo de cuatro investigadores (Carolina Dominguez Berzosa, Héctor Guadalajara, Mariano García-Arranz y Damián García-Olmo) han llevado a cabo un estudio en el laboratorio del Hospital Universitario La Paz (Madrid) con el fin de avanzar en las causas e identificar células que intervienen en la metástasis que padecen enfermos de cáncer colorrectal.

 

El proyecto Detección de K-ras mutado en ADN de pacientes con cáncer colorrectal y análisis de su capacidad de transfección, financiado gracias a las Becas de Caja Segovia y Mutua Madrileña, pretende aportar datos sobre la implicación que tienen los ácidos nucleicos tumorales libres de contexto celular en el desarrollo de las metástasis en los pacientes con cáncer colorrectal, con el fin de poder avanzar en el tratamiento de estos enfermos.

 

En la actualidad, la idea aceptada por la comunidad científica, es que las células tumorales se liberan del tumor primario, viajan vía torrente sanguíneo y llegan a los órganos diana (órganos secundarios), dónde se instalarán y producirán las metástasis (hígado en el caso del cáncer colorrectal).

 

Sin embargo, la novedad aportada por este grupo de investigadores es que, no son sólo estas células que viajan son las responsables de producir las metástasis, sino los ácidos nucleicos derivados de estas células (liberados por ellas mediante algún proceso, aún desconocido) que llegan a los órganos diana y allí son capaces de introducirse en células "susceptibles" de ser transformadas en células tumorales y que sean éstas las responsables del desarrollo de la metástasis.

 

Desarrollo del trabajo

 

Bajo este razonamiento, en el estudio se trabajó con dos líneas celulares: una no susceptible (células resistentes por tener su "sistema defensivo" intacto), que son las células ASCs y otras susceptible, que serían las células NIH-3T3 (a las que les falta un gen que "protege", en condiciones normales, del desarrollo tumoral, por eso es más fácil que incorporen estos ácidos nucleicos circulantes tumorales). Los tumores de los pacientes con cáncer colorrectal presentan, entre un 35 y un 40 por ciento (según bibliografía), mutaciones en el oncogén K-ras y, la sangre (plasma) de estos pacientes, también tiene las mismas mutaciones, según los estudios.

 

El equipo investigador puso en contacto los ácidos nucleicos de las muestras de los tejidos de estos pacientes, con mutaciones en el oncogén K-ras, con las células no susceptibles (ASCs) y susceptibles (NIH-3T3) descubriendo que las susceptibles captan los ácidos nucleicos y se transforman, y las no susceptibles, no. Para comprobar esta incorporación se utilizó la técnica de PCR, una reacción en la que se amplifica el fragmento de ADN (ácidos nucleicos), que porta la mutación en K-ras, que se han "tragado" las células susceptibles, mediante unas sondas específicas que sintetiza una empresa y que están diseñadas para "buscar" estas mutaciones (sondas FRET).

 

El estudio confirma la presencia de ADN tumoral en un alto porcentaje de plasmas de pacientes con cáncer colorrectal que portaban alguna de las mencionadas mutaciones del oncogén K-ras. Asimismo, mostró que el ADN libre de origen tumoral es capaz de transferir secuencias génicas a determinados tipos celulares en cultivo (NIH-3T3), mientras que otros se mostraron resistentes a esta transferencia (ASC).

 

K-ras, clave para localizar los ácidos nucleicos circulantes 
 
Las mutaciones del oncogén K-ras sirven a estos investigadores como "testigos" para tener localizados esos ácidos nucleicos circulantes (primero en las muestras de tejidos y de sangre de los pacientes y luego en las células que se los "tragan"). De esta forma, y según dice la Teoría de las Genometástasis descrita en el trabajo, las metástasis de pacientes con cáncer colorrectal, estarían producidas por ácidos nucleicos circulantes, que derivan del tumor primario, que viajan vía torrente sanguíneo, y que transformarían células susceptibles en los órganos diana de este tipo de cáncer.La presencia de ADN tumoral en un alto porcentaje de plasmas de pacientes es importante, ya que personas sanas sin patología tumoral no tienen estos niveles tan elevados. Lo verdaderamente importante, es que este trabajo podría servir para determinar, “si queda demostrado que son estos ácidos nucleicos circulantes los responsables, en parte, de producir las metástasis, la manera de bloquearlos para que dejen de producir esa transformación tumoral”, explican. A través de este estudio se podría avanzar en el tratamiento de estos pacientes, intentando establecer qué relación hay con un peor pronóstico de éstos y si la técnica descrita podría establecerse como método diagnóstico o pronóstico de los mismos.