Medio Ambiente México , Baja California Sur, Miércoles, 17 de mayo de 2023 a las 16:19
COLUMNA | SOMOS MAMÍFEROS

Los agentes del “Servicio Secreto” pueden salir de sus caminos frecuentes

Cuando llegan células ajenas a un sitio en el cuerpo de un organismo, se activan mecanismos y flujos mediante los cuales los agentes del “Servicio Secreto” actuarán para tener todo bajo control

Alina Gabriela Monroy-Gamboa y Sergio Ticul Álvarez-Castañeda/CIBNOR/DICYT Son varias las células de la fórmula blanca (diferentes tipos de leucocitos principalmente) que forman parte del sistema inmunitario como los linfocitos y los neutrófilos. Estas células son transportadas principalmente por el sistema sanguíneo y el linfático, pero también tienen la capacidad de atravesar los capilares sanguíneos para contrarrestar la presencia de agentes externos (inflamación o infección) sin producir una lesión a los capilares, a este proceso se le llama diapédesis. Esto implica que células completas puedan pasar por la membrana de los capilares cuando normalmente solamente lo pueden hacer moléculas pequeñas.


En muchas ocasiones los agentes externos están dentro de los tejidos sin acceso directo a los capilares sanguíneos, pero los agentes del sistema inmunitario son transportados por la sangre, por lo que en cierto momento deben de poder salir de los capilares hacia los tejidos. Lo que origina una gran problemática debido a que la porosidad de los capilares solamente permite el intercambio de sustancias y elemento muy pequeños, como son las moléculas de la glucosa, oxígeno o dióxido de carbono, entre otras. El que una célula completa pueda atravesar la membrana debería de tener efectos estructurales en la membrana del capilar.


Los linfocitos deben llegar al sitio del problema, por lo cual, localizarlo es el primer paso. El problema a atender puede ser causado por células externas o propias del mismo individuo. En primera instancia la detección del sitio en el que se encuentra el problema (célula externa o interna dañada) es por medio del estímulo quimiotáctico. El primer efecto en el lugar donde está ocurriendo el problema, es el desarrollo de un proceso de inflamación. El proceso de inflamación es muy importante para la solución del problema y es un aspecto completamente asociado al sistema sanguíneo. El proceso inflamatorio comienza con una lesión o con la presencia de un agente externo, entonces se presenta una vasodilatación (se hacen más grandes y permiten el flujo de mayor cantidad de sangre) de las arteriolas y se inducen sustancias en los capilares, principalmente histamina y óxido nítrico. Este efecto produce un aumento de la velocidad del flujo sanguíneo (este es lo que hace que veamos que la zona se ponga roja). Existe un aumento de la permeabilidad de los capilares hacia las células, por lo que se produce un exudado inflamatorio hacia los tejidos extravasculares (salida de líquidos de la sangre a los tejidos). Esto ocasiona que se presente un edema inflamatorio. Esta salida de los líquidos de los capilares causa que la sangre pierda agua y por consiguiente aumente la viscosidad y por lo mismo existe una concentración de los glóbulos rojos y de leucocitos (fenómeno denominado marginación y pavimentación leucocitaria) donde está sucediendo el exudado inflamatorio. Las células endoteliales (que se encuentran en los vasos sanguíneos, linfáticos y corazón) son activadas por los mediadores de la inflamación, fundamentalmente por los polimorfonucleares neutrófilos. Se pudiera decir que las células de la fórmula blanca se pegan a la pared del capilar formando una capa y una vez que esta está formada la pared del capilar, se abre la pared del capilar para que todas las células blancas salgan del capilar siendo las ultimas células de la capa las encargadas de cerrarlo nuevamente. Dicho de otra manera, están dispuestas en grupos de células organizadas, por lo que las primeras abren la puerta y últimas son las que la cierran, evitando al máximo la salida de elementos de la sangre que sean de la fórmula roja (el proceso detallado es bioquímicamente complejo). Esto es lo que produce el paso de los leucocitos y los macrófagos en el denominado infiltrado inflamatorio, que utilizan el exudado inflamatorio para dispersarse fuera del torrente sanguíneo.


Cuando los leucocitos y macrófagos pudieron salir de los vasos sanguíneos empiezan a segregar enzimas proteolíticas (degradación de proteínas) que tienen como finalidad disolver conexiones entre las células. Con este efecto se abre una “brecha” entre las células, que se llena con el exudado inflamatorio, que es el líquido por donde el grupo de las células del sistema inmunitario se van a desplazar para van a resolver el problema en el sitio en el que se debe de actuar.


Una vez que se ha detectado la zona del problema, los neutrófilos (glóbulos blancos) se aproximan al sitio por medio de los vasos sanguíneos siguiendo el estímulo quimiotáctico (fenómeno de dirigen sus movimientos con relación a la concentración de sustancias químicas). Las sustancias atrayentes pueden ser exógenas (células externas) o endógenas (células del mismo organismo). Entonces inicia la eliminación de las células que están ocasionando el problema por medio de la fagocitosis (comerse a la célula).


Existen tres etapas durante el proceso de la fagocitosis. La primera es el reconocimiento y unión de la célula fagocitaria y la célula o estructura que se va a fagocitar, durante ésta las células fagocitarias deben de poder distinguir a las células a fagocitar, lo realizan por medio de un receptor de membrana específico, entre los que destacan los receptores para diferentes componentes microbianos como lo receptores de manosa, que es una lecitina que se une a los residuos típicos de las paredes bacterianas. La segunda es la incorporación a la vacuola fagocítica. Una vez que la partícula está unida a los receptores, se forman extensiones del citoplasma (pseudópodos) que la rodean, la membrana plasmática se fusiona y se forma una vesícula (el fagosoma) que contiene la partícula. El fagosoma se fusiona entonces con un lisosoma, que contiene enzimas que facilitan la digestión. Y finalmente, se destruye el material ingerido.


Los neutrófilos tienen una vida media corta, mueren por apoptosis unas pocas horas después de dejar la sangre. Su vida termina cuando ha cumplido su misión que es destruir a las células que estaban causando problemas.
Los compuestos de la fórmula blanca pueden salir de los vasos sanguíneos de ser necesario su actuación en lugares problemáticos, contribuyendo a la eliminación de células que pueden dañar la salud del organismo.

 

Autores

 

Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S. C. Instituto Politécnico Nacional 195, CP. 23205, La Paz, Baja California Sur, México. Email beu_ribetzin@hotmail.com (AGM-G), sticul@cibnor.mx (STA-C).