Los expertos aseguran que la Biotecnología es la única forma de reducir el uso de pesticidas y fertilizantes químicos
JPA/DICYT La Biotecnología es la única forma de reducir el uso de pesticidas y fertilizantes químicos, según asegura María Encarnación Velázquez Pérez, profesora del Departamento de Microbiología y Genética de la Universidad de Salamanca y directora del curso Microorganismos y Biotecnología en la agricultura del futuro, que tendrá lugar desde el 7 al 15 de abril. La necesidad de reducir el uso de productos químicos en la agricultura abre un gran campo en la investigación biotecnológica.
El objetivo del curso es "profundizar en el conocimiento de los microorganismos que se pueden utilizar en agricultura para aumentar la producción, es decir, como biofertilizantes", asegura María Encarnación Velázquez en declaraciones a DICYT. En España, es un campo que apenas se está explotando, pero el uso de biofertilizantes es imprescindible en cultivos muy extendidos en otras zonas del mundo, como la soja, una leguminosa que necesita la inoculación de un microorganismo para hacer que su producción sea mucho más rentable.
Al margen de los biofertilizantes, existe otro tipo de Biotecnología aplicada a la agricultura, que son los denominados productos de biocontrol para combatir patógenos y enfermedades de las plantas. Este aspecto está más desarrollado en España, en busca de cómo sustituir productos que pueden ser más agresivos con el medio ambiente o las propias plantas. "La interacción de un microorganismo con la planta es más dinámica que la que pueda conseguir un producto químico, ya que se trata de un organismo vivo", comenta la experta.
Aplicaciones en el futuro
"El futuro es muy interesante ante los problemas que plantean los pesticidas y los fertilizantes químicos. Todas las políticas europeas instan a su disminución o eliminación, y esto sólo es posible si se sustituyen por biocontroles y biofertilizantes", asegura la especialista. En este sentido, es imprescindible que se desarrollen tanto proyectos de investigación básica, encaminados a conocer mejor cómo actuán los microorganismos sobre los cultivos, como la aplicada, para hacer efectivos los conocimientos teóricos sobre cultivos concretos.
En el caso de la Universidad de Salamanca, existen investigaciones compartidas con el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (Irnasa), perteneciente al Consejos Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), sobre la posibilidad de inocular microorganismos a ciertas plantas que puedan combatir algunos patógenos, como en el caso del garbanzo, la alubia o la fresa. Pero también se trabaja con la posibilidad de hallar biofertilizantes que mejoren el rendimiento de tomates y pimientos. Se trata de líneas de investigación básica, en algunos casos, y que ya comienzan a experimentarse con plantas, en otros.