Los restos de un banquete en el Cretácico
MS/DICYT Como se tratara de una escena de un documental sobre dinosaurios, científicos británicos y franceses han publicado esta semana en la revista Nature una instántanea de una lucha a vida o muerte entre dos gigantescos dinosaurios. El orígen de dicha recreación se encuentra en el fósil del espinazo de un pterosaurio en el que los investigadores descubrieron incrustado un diente cónico perteneciente a un espinosaurio: el testimonio de un festín mortal perpetrado hace 140 millones de años. El fósil, del período Cretácico, se descubrió en la formación de Santana, en Brasil.
El descubrimiento arroja un poco de luz sobre los hipotéticos hábitos alimentarios del espinosaurio. Los paleontólogos creen que, debido a sus mandíbulas alargadas y dientes que se asemejan a los de un cocodrilo, este tipo de dinosaurio probablemente se alimentaría de peces, lo que se apoya en el hallazgo en Reino Unido de un fósil que tenía junto a sí espinas de un pez corroídas por jugos gástricos. Por otro lado, otros algunos científicos creen que se podría tratar de un carroñero.
Los científicos que han realizado el descubrimiento especulan que el pterosaurio podría haber sido abatido por un mordisco en una de sus alas, o bien mientras estuviera en el suelo, pues debido a la presencia de tres vértebras en el fósil, el pescuezo del pterosaurio probablemente estaría fresco y todavía articulado en el momento del mordisco. Se cree que algunos pterosaurios se movían de forma muy rápida en el suelo, debido a rastros encontrados, aunque la criatura en cuestión tendria unos 3'3 metros de ancho, y por lo tanto sería más torpe y vulnerable. Aún así, la hipotésis más probable es que el espinosaurio se alimentara de carroña, y el pterosaurio sería un animal muerto encontrado en las orillas de un lago.