Tecnología Brasil São Paulo, São Paulo, Viernes, 16 de octubre de 2020 a las 16:31

Patentan una método para diagnosticar esquizofrenia y bipolaridad con un análisis de sangre

Es una metodología desarrollada por científicos brasileños basada en el examen del patrón de metabolitos existentes en la sangre que ha sido patentada y aparece descrita en el 'Journal of Psychiatric Research'

AGENCIA FAPESP/DICYT– Una metodología desarrollada por investigadores brasileños podría permitir la elaboración de un análisis de sangre para el diagnóstico de dos enfermedades psiquiátricas con síntomas similares: la esquizofrenia y el trastorno bipolar.

 

En la actualidad, el diagnóstico de estas alteraciones se basa en el examen clínico. Pero este proceso puede demandar años y posee un alto grado de subjetividad, pues depende de la mirada del psiquiatra y también de la capacidad del paciente para informar sobre sus síntomas.

 

El nuevo método, desarrollado por investigadores de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp) y de la Universidad de Campinas (Unicamp), es el primero que posee la capacidad de diferenciar entre ambos trastornos mediante el análisis de alteraciones bioquímicas y moleculares implicadas en las patologías. La innovación ya ha sido patentada, y aparece descrita en el Journal of Psychiatric Research.

 

“Resulta complicado diferenciar entre dos enfermedades que comparten síntomas tan parecidos mediante el examen clínico. Con el análisis de laboratorio es posible detectar patrones en el suero sanguíneo, a los efectos de diferenciar casos de esquizofrenia y de bipolaridad de manera precisa, lo cual mejora el pronóstico de los pacientes”, dice Mirian Hayashi, docente del Departamento de Farmacología de la Escuela Paulista de Medicina (EPM-Unifesp) y coordinadora del estudio, apoyado por la FAPESP - Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo.

 

Los investigadores afirman que la gran diferencia de este método reside en el análisis del patrón de metabolitos presentes en la sangre –el conjunto de sustancias químicas resultantes de las reacciones del metabolismo– y no de un biomarcador específico como pueden constituirlo las proteínas, los genes u otras moléculas. Se estima que existen más de dos millones de metabolitos en el suero sanguíneo.

 

En estudios anteriores, el grupo ya había diferenciado entre pacientes con esquizofrenia y personas sanas, al igual que entre bipolares y personas sanas.

 

Los investigadores también estudiaron a usuarios de crack, pues dicha droga mimetiza el primero episodio psicótico de pacientes con esquizofrenia. “Si la persona no informa que es usuario de crack, puede confundírsela con un paciente con esquizofrenia que cursa su primero episodio psicótico. Sin embargo, en nuestro estudio, quizá porque se trata de un efecto molecular pasajero, no logramos diferenciar entre usuarios de esta droga e individuos sanos que no son usuarios”, afirma Hayashi, quien también es investigadora del Instituto Traslacional en Medicina, uno de los Institutos Nacionales de Ciencia y Tecnología (INCTs) financiados por la FAPESP en el estado de São Paulo junto al Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq), ligado al gobierno federal brasileño.

 

La diferenciación entre casos de trastorno bipolar y esquizofrenia es el resultado de la segunda etapa del proyecto de investigación, cuando ya se habían definido claramente los patrones de metabolitos. Para comprobar que es posible distinguir entre ambos trastornos mediante el empleo de técnicas de bioquímica, se analizaron muestras de suero sanguíneo de 182 individuos entre pacientes esquizofrénicos, bipolares y el grupo de control compuesto por personas sanas.

 

Al igual que en los estudios anteriores, el análisis del perfil metabolómico de las muestras de suero de los pacientes se realizó en el Instituto de Química de la Unicamp, bajo la coordinación de la profesora Ljubica Tasic. Los investigadores asociaron la técnica de resonancia magnética nuclear de protones de hidrógeno a la quimiometría (un abordaje estadístico para análisis químicos).

 

“Nuestro objetivo consistió en encontrar distintos patrones de metabolitos y asociarlos a uno de los trastornos. Para ello pusimos las muestras de suero sanguíneo bajo el efecto de un campo magnético. Con el análisis mediante resonancia magnética nuclear de protones es posible detectar todas las variaciones (picos) de protones en una muestra. Como todas las moléculas poseen protones, es posible trazar un perfil de resonancia con las distintas composiciones existentes dentro de un fluido. Al analizar esas variaciones de protones entre diferentes individuos, es posible detectar patrones en las muestras de pacientes esquizofrénicos que difieren de los patrones de los bipolares o de personas sanas”, informa Hayashi.

 

“Este estudio no solamente diferencia un estado con respecto al otro, sino que también aporta nueva información referente a los trastornos que se podrá estudiar en el futuro. Al fin y al cabo, si existe un patrón de alteración en los metabolitos, el mismo deriva de una vía específica para cada enfermedad que aún no conocemos”, dice João Victor Silva Nani, becario de la FAPESP y coautor del artículo.

 

El descubrimiento de vías moleculares relacionadas con la esquizofrenia y el trastorno bipolar puede contribuir en el futuro para el desarrollo de nuevos tratamientos más eficientes. Con este objetivo, el grupo puso en marcha también un proyecto en colaboración con científicos japoneses que podría contar con financiación del gobierno japonés.

 

De acuerdo con Hayashi, la hipótesis más aceptada por la ciencia para los casos de esquizofrenia y bipolaridad está asociada al desequilibrio de la dopamina (un neurotransmisor del cerebro); tan es así que los principales antipsicóticos son moduladores de la dopamina.

 

“Se sabe que el uso de drogas ilícitas como el crack desbalancea momentáneamente el nivel de ese neurotransmisor, al incrementar la liberación de dopamina. Por eso los usuarios de crack en crisis exhiben síntomas parecidos. Pero las personas con esquizofrenia o bipolaridad tienen también alteraciones genéticas, aparte del desequilibrio químico en el cerebro. Por este motivo estudiamos también a los usuarios de crack”, afirma.

 

Mediante técnicas de bioinformática e inteligencia artificial, el equipo formado por investigadores brasileños y japoneses pretende detectar cuáles son las vías implicadas en esas afecciones. “Si bien se conocen los motivos genéticos de fondo que llevan a un individuo a ser esquizofrénico o bipolar, se trata de genes comunes en diversos trastornos mentales. Al identificar esas vías metabólicas exclusivas de cada enfermedad, será posible mejorar el tratamiento en el futuro”, dice. Pero los científicos reconocen también que son necesarios más estudios y trabajos aún como para que se pueda aplicar esto efectivamente en la clínica y realmente ayudar a esos pacientes.

 

 

Referencia
Puede leerse el artículo titulado Peripheral biomarkers allow differential diagnosis between schizophrenia and bipolar disorder (doi: 10.1016/j.jpsychires.2019.09.009), de Ljubica Tasic, Acioly L. T. Larcerda, João G. M. Pontes, Tássia B. B. C. da Costa, João V. Nani, Lucas Gelain Martins, Leonardo A. Santos, Marielle F. Q. Nunes, Marcelo P. M. Adelino, Mariana Pedrini, Quirino Cordeiro, Felipe Bachion de Santana, Ronei J. Poppi, Elisa Brietzke y Mirian Akemi Furuie Hayashi, en el siguiente enlace: www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0022395619305205.