¿Puede el pez león cruzar el Canal de Panamá?
STRI/DICYT Los arrecifes de coral del Caribe ya se han enfrentado al calentamiento de las aguas, las enfermedades y a la degradación inducida por el hombre. Ahora aparece el pez león. Introducido por primera vez en el Atlántico de los Estados Unidos en la década de 1980, el pez león se ha extendido por todo el Caribe en lo que se ha descrito como una de las peores invasiones marinas jamás registradas. El pez león no era un problema en sus rangos nativos en el Pacífico Occidental, el Océano Índico y el Mar Rojo, pero en el Mar Caribe y el Golfo de México se reproducen más, compiten y viven más que las especies de peces nativos, además están diezmando los arrecifes de coral.
Un pez león sólo tarda un año para alcanzar la madurez y comienza a reproducirse. Mientras crecen comen las larvas de peces de pesca deportiva, como los marlines y otros, así como los peces que eliminan las algas de los arrecifes. También se alimentan de langostas, pulpos, caballitos de mar y cangrejos, con graves consecuencias para las comunidades costeras y el negocio del ecoturismo. Ahora existe la preocupación de que los voraces peces, que prácticamente no tienen enemigos podrían saltar sobre el Istmo de Panamá e invadir el Pacífico Oriental Tropical (POT).
Andrew Sellers, estudiante de doctorado en la Universidad de McGill que hizo su maestría estudiando el pez león en el Caribe de Panamá, explicó la probabilidad del escenario durante una reunión del Gulf and Caribbean Fisheries Institute (GCFI), celebrada en la Ciudad de Panamá.
Sellers describe tres posibles escenarios para la invasión del pez león (Pterois volitans): los peces podían nadar a través de los 80 kilómetros del Canal de Panamá, cruzar el canal en el agua de lastre de un buque, o se introduce a través del comercio de acuarios en la Ciudad de Panamá.
Desde que inició operaciones en 1914, numerosos organismos han cruzado el Canal de Panamá, pero hasta ahora sólo un pez ha realizado con éxito el viaje por sus propios medios desde el Atlántico hasta el Pacífico. El tarpón del Atlántico fue visto por primera vez en las esclusas de Miraflores, en el lado del Pacífico de Panamá, en la década de 1920, y luego fue visto en el Pacífico.
Las probabilidades de que los peces león puedan hacer esto son muy bajas, ya que tendrían que adaptarse rápidamente a la muy baja salinidad del agua del canal. "Podemos asumir que van a morir en el agua dulce del canal", comentó Sellers, señalando que la salinidad en el canal es aún más baja que las condiciones de baja salinidad que en experimentos el pez león ha demostrado sobrevivir.
El agua de lastre, que los buques colectan y liberan para controlar el calado y la estabilidad, es otro asunto. En un estudio realizado en el 2000, al menos 40 introducciones accidentales de especies de peces se atribuyeron al agua de lastre. Se requiere más investigación para determinar si el pez león puede sobrevivir en el lastre de un buque.
Sellers considera la posibilidad más peligrosa que es el comercio de peces. El pez león se ha vuelto un habitante de acuario muy popular en la Ciudad de Panamá, justo en la costa del Pacífico. Sellers cree que una regulación más estricta referente al transporte pez león y las ventas son de suma importancia.
Cómo el Caribe lo sobrelleva
Un taller durante el GCFI sobre el pez león celebrado en la Ciudad de Panamá reunió a expertos de todo el continente americano para compartir historias en las estrategias de gestión, y para discutir las oportunidades de investigaciones científicas y económicas que vinculaban a la invasión del pez león. Prácticamente todos los países de la región ha tenido sus ecosistemas marinos costeros afectados por éste pez - que devora pequeños peces de arrecife y golpea a poblaciones de peces nativos - pero una variedad de estrategias han tenido éxito en mantener el invasor en jaque.
Los planes de control dependen de los pescadores locales y los buzos recreativos a regularmente sacrificar estos peces, que se han convertido en un popular - y rentable - plato en muchos lugares. Los esfuerzos tuvieron tanto éxito en las Islas Caimán que los restaurantes tuvieron que importar pez león de Honduras.
En Bonaire, cursos para “cazadores de pez león” son impartidos por tiendas de buceo y hay un estricto control sobre quién puede cazar los peces. En Guadalupe, la financiación inicial del Gobierno para poner en marcha programas de control del pez león lanzó una industria rentable. En el 2013, la carne de pez león era tan valiosa como la del pargo o el mero.
En las Bermudas, la mayoría de los peces león son atrapados a una profundidad de 40m-80m, los investigadores, inspirados por la captura accidental de peces león en jaulas de langosta, están desarrollando jaulas que puedan atraparlos mas no así a las especies nativas.
Belice se destaca con un esfuerzo integral en todo el país para integrar al pez león en las economías locales y para involucrar a los ciudadanos científicos en la recopilación de datos. Los ingresos de la captura de pez león suplementan a las comunidades pesqueras, y es especialmente valioso debido a la limitación de las capturas locales. Belice también ha establecido una industria de joyería artesanal, usando aletas del pez león y las espinas, lo que aumenta el valor del pez en hasta un 60 por ciento.