Ciencias Sociales España Burgos, Burgos, Jueves, 08 de enero de 2009 a las 17:00

Restos de un dinosaurio desconocido se exponen en Salas de los Infantes

Las conclusiones sobre los estudios se publicar谩n en una revista cient铆fica internacional

MOP/DICYT Los restos de un dinosaurio desconocido hasta ahora, de la especie de los iguanodóntidos, se exponen durante este mes en el Museo de Salas de los Infantes (Burgos), en cuya comarca existen muchos yacimientos con restos de estos animales. Un dinosaurio que ha cambiado de identidad, según informan desde el Colectivo Arqueológico Paleontológico Salense, CAS, cuyos huesos viajaron 130 millones de años después, ya convertidos en piedra, de la comarca de Salas de los Infantes a Tubinga (Alemania),y que durante el mes de enero serán expuestos al público en el Museo de Dinosaurios, dentro de su programa “Un hallazgo singular”.


Miembros del CAS visitaron Tubinga en 2006 y comprobaron el interés científico de esos fósiles, por lo que trabajaron desde ese momento para su traslado temporal a España. Dos años después, con los fósiles en nuestro país, se formó un equipo de trabajo formado por científicos del MUJA (Museo del Jurásico de Asturias), Universidades del País Vasco y de Tubinga, y los investigadores salenses. Y es que en una publicación de 1997 se asignaban los fósiles de Salas a la especie Iguanodon fittoni, un dinosaurio herbívoro de tamaño medio perteneciente al familia de los Iguanodóntidos. Éstos son objeto actualmente de una revisión profunda, de modo que se están creando especies nuevas y otras, bien conocidas, se han puesto en duda. Por ello, miembros del CAS se han puesto como objetivo establecer la auténtica identidad de los fósiles salenses. Viajaron a Londres y Bruselas para compararlos con los fósiles que sirvieron en su momento para describir las especies clásicas de dinosaurios iguanodóntidos; se elaboraron los primeros trabajos científicos, expuestos en dos congresos paleontológicos españoles.


Las vértebras del dinosaurio salense presentan una característica muy peculiar: poseen una espina neural muy larga y muy vertical, que sobresale de un pequeño centro vertebral al que supera en longitud unas 4'5 veces. La conclusión de los investigadores, que se publicará en una revista científica internacional, es que no se trata del Iguanodon fittoni, pero tampoco puede identificarse con ninguno de los iguanodóntidos europeos del Cretácico Inferior (hace 130 millones de años aproximadamente). “La auténtica identidad de este dinosaurio no la conocemos, y habrá que confiar en descubrimientos futuros que permitan estudiar una mayor parte de su esqueleto”, explican desde el Colectivo Arqueológico Paleontológico Salense. Por el momento, su estudio ha permitido ampliar un poco más la diversidad de especies que formaban la familia de los iguanodóntidos en Europa.


Los restos de este dinosaurio consisten en 6 vértebras y fragmentos de costillas. En realidad la colección depositada en Tubinga –reunida en 1968 por el joven geólogo alemán Gerd Dietl- consta también de dos mandíbulas incompletas y 11 dientes de iguanodóntidos, así como algunos dientes de dinosaurios carnívoros y de cocodrilos. Aunque los fósiles originales retornarán a Alemania en febrero, el Museo de Dinosaurios salense expondrá posteriormente réplicas de los mismos, gracias a la donación efectuada por el CAS y por la empresa de seguros REALE.