Tenemos un “detox” integrado

Alina Gabriela Monroy-Gamboa y Sergio Ticul Álvarez-Castañeda/CIBNOR/DICYT El sistema sanguíneo es la vía de comunicación principal del organismo y por ella viajan todas las sustancias químicas y células, propias del individuo o externas. Se puede considerar como analogía una carretera que es recorrida por gran cantidad de vehículos, cada uno de ellos con características y funciones diferentes, pero que al final transitan con la misma dirección hacia el mismo destino. Muchas de las sustancias que viajan por el organismo son benéficas, pero no todas lo son. Las sustancias no benéficas pueden ser de dos tipos principales, desechos del mismo organismo resultado del metabolismo de sus células o compuestos químicos externos que llegaron a la sangre por medio del sistema digestivo, respiratorio, o de productos de células ajenas presentes en el organismo.

El hecho es que todas las sustancias por arriba de un nivel pueden causar una descompensación en el organismo que puede llegar a condiciones fatales. Aunque parezca raro, un alto consumo de algo tan simple como el agua, puede matar a un individuo. ¡Sí el exceso de agua bebida puede ser mortal! Nuestro cuerpo cuenta con un el hígado, que es un órgano que en gran parte se encarga de regular que los niveles de las diferentes sustancias estén por debajo de un valor.

Uno de los efectos de intoxicación de la sangre que más comúnmente se maneja por la humanidad, y que se asocia a una actividad frecuente es el proceso de una sustancia ingerida como el caso del etanol. En general, el alcohol es ingerido como una sustancia recreativa por el efecto de embriaguez que causa, afectando las habilidades cognitivas de la persona que lo ingiere. El alcohol es una de las sustancias que es metabolizada en el hígado, donde se encuentra la enzima alcohol-deshidrogenasa que convierte el alcohol en un aldehído.

El otro gran grupo de químicos que son normalmente ingeridos y que son desechados por efecto del hígado son los medicamentos. Los medicamentos, aunque son benéficos para el organismo son detectados por el hígado como sustancias extrañas por lo que realiza el proceso de metabolización para su extracción del torrente sanguíneo. Esa es una de las causas por las que los medicamentos deben de ser administrados en dosis periódicas, para mantener en la sangre la cantidad necesaria y compensar lo que el hígado está extrayendo a través de su metabolización.

Existen sustancias comunes en todos los mamíferos, producto del desecho metabólico y altamente tóxico, se trata del amonio, que es el producto de la degradación de diversos compuestos con nitrógeno, generalmente proveniente de los aminoácidos y proteínas, ingeridas o propias el mismo organismo. En este caso las propiedades tóxicas del amonio deben de ser neutralizadas. Es por ello que el hígado lo trasforma en urea que es una sustancia menos tóxica y puede ser desechada más fácilmente por medio de la orina. Otra sustancia que debe de ser eliminada por lo problemas de toxicidad son los componentes de la hemoglobina, que es una proteína que se ubica en los glóbulos rojos y que tiene como función el traslado del oxígeno de los pulmones a las células y el dióxido de carbono de las células a los pulmones. La hemoglobina en realidad son cuatro unidades independientes, pero fusionadas. La degradación de la hemoglobina por el hígado forma la bilirrubina que es una sustancia tóxica para el organismo, pero puede ser eliminada por la bilis hacia el tracto digestivo, en lugar de por la sangre a través del riñón. Como se observa en estos ejemplos en el proceso de desintoxicación de los organismos, el hígado es el encargado de hacer procesos metabólicos que combina la toxicidad de las sustancias y son regresadas al torrente sanguíneo para que mayormente sea el riñón la vía de eliminación.

Uno de los principales problemas del hígado es que en su proceso de desintoxicación de los diferentes químicos puede quedar él mismo como intoxicado y quedar severamente afectado. Este fenómeno se puede dar cuando la capacidad de regeneración del hígado queda superada por la necesidad de realizar los procesos de desintoxicación. Cuanto más se limita la actividad del hígado, se incrementa la posibilidad de que el organismo se intoxique completamente.

El proceso de desintoxicación en el hígado se puede realizar debido a su vasta presencia del sistema circulatorio. La arteria hepática es por donde ingresa la sangre al hígado, proviene de la rama del tronco celíaco con alta cantidad de sangre oxigenada. La sangre sale del hígado a través de la vena porta. Cuando la sangre llega a la vena porta contiene alta cantidad de nutrientes producto de su paso por el hígado, tracto digestivo y bazo. En el hígado la sangre fluye a través de capilares sinusoides que tienen mayor diámetro que los demás capilares, pero tienen forma más irregular, y presentan brechas entre las células endoteliales, lo que permite la entrada y salida de moléculas más grandes, aumentando el intercambio entre la sangre y el tejido.

No es necesario hacer rituales de “detox” o desintoxicación, nuestro cuerpo lo hace de manera natural por medio del hígado. Solamente debemos dejarlo trabajar sin marchas forzadas, para que funcione adecuadamente y no termine por intoxicarnos por completo.

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	Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S. C. Instituto Politécnico Nacional 195, CP. 23205, La Paz, Baja California Sur, México. Email beu_ribetzin@hotmail.com (AGM-G), sticul@cibnor.mx (STA-C).