Un aumento en las células inmunes influye en crisis asmáticas severas
UN/DICYT Este es el principal resultado que mostró la investigación realizada por Diana Rocío Lozano Ortiz, especialista en Pediatría de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), quien se propuso identificar las variables que podrían estar asociadas con una crisis asmática severa en 360 niños hospitalizados entre el 1 de enero de 2015 y el 31 de diciembre de 2016.
Para eso se analizaron las historias clínicas de los menores ingresados a urgencias en dicho periodo por esa patología en el Hospital de La Misericordia de Bogotá. Con esta información, obtenida gracias a la ayuda de las doctoras Sonia Restrepo Gualteros y Milena Villamil Osorio, neumólogas pediatras, quienes dirigieron la tesis, se realizó el procesamiento epidemiológico de los datos.
El proceso generó una serie de tablas que servirían para analizar los resultados obtenidos, entre los cuales se identificó a la eosinofilia (aumento de los eosinófilos en las muestras de sangre) como uno de los factores asociados con crisis asmática severa, a partir del análisis de los hemogramas realizados a los pacientes en su paso por hospitalización.
“Los eosinófilos aumentan en varias enfermedades, pero en el contexto del asma se incrementan porque tienen que ver con un proceso de alergia y esta es una enfermedad que en la mayoría de los casos se considera alérgica”, señala la investigadora Lozano.
De los 360 niños del estudio, 72 presentaron crisis asmáticas severas. Entre ellos un porcentaje importante tenía eosinofilia y tras los análisis estadísticos esta variable se posicionó como un predictor para la posibilidad de desarrollar crisis severas.
Por otra parte, al analizar las más de 40 variables incluidas en el estudio, inicialmente se encontraron otras asociaciones demográficas, clínicas y de manejo, aunque el ajuste final en los análisis estadísticos no confirmó esta asociación.
En el caso del corticoide sistémico, que es un pilar en el tratamiento de la crisis asmática, se observó que todos los pacientes habían sido clasificados como severos de forma adecuada al ingreso a urgencias, y por lo tanto habían recibido el manejo oportuno con este medicamento.
“En este estudio no se pudo demostrar la asociación entre la administración del corticoide y la severidad de la exacerbación, pues existen otros factores relacionados con la enfermedad, que son intrínsecos; lo que sí se puede resaltar es que la clasificación adecuada de la crisis asmática es el primer paso para un manejo acertado y para prevenir las complicaciones”, explica la investigadora.
Frecuente en niños
“El asma es una patología muy frecuente en la edad pediátrica, de hecho es la enfermedad pulmonar inflamatoria crónica más frecuente de los niños”, comenta la doctora Lozano. En el mundo se calculan 300 millones de personas afectadas por esta enfermedad, y en Colombia la prevalencia en la edad pediátrica es de 18,8 %, con predominio del grupo de los 1 a los 4 años de edad (29 %).
Así mismo se calcula que tres cuartas partes de los costos en los servicios de urgencias y las admisiones hospitalarias son debidos al asma, por lo que a pesar de los avances en el tratamiento sigue siendo un problema grande de salud pública en el mundo, y aún más en países subdesarrollados como Colombia.
Sin embargo la investigadora asegura que a pesar de que se han determinado múltiples factores de riesgo asociados con la severidad de las crisis asmaticas, la mayoría de los estudios se han realizado en países desarrollados, con resultados que podrían no ser extrapolados a países como el nuestro, debido a las diferencias sociodemográficas, económicas, ambientales, de accesibilidad y asistencia sanitaria, disponibilidad de fármacos y dispositivos avanzados.
“Es importante saber no solo cómo mantener la enfermedad controlada y prevenir las crisis, sino que también se debe contar con unas pautas a la hora de abordar a un paciente en urgencias para identificar rápidamente qué niño puede tener un desenlace más grave”, concluye la investigadora.