Un experto alerta sobre el incremento de enfermedades resistentes a los fármacos antimicrobianos
AVPR/DICYT El uso inadecuado de los fármacos antimicrobianos, en especial de los antibióticos, está favoreciendo la reaparición de enfermedades ya erradicadas en los países desarrollados. Este fenómeno, según Elías Rodríguez Ferri, profesor del Departamento de Sanidad Animal de la Universidad de León, "es más peligroso para la salud que la aparición de enfermedades nuevas". Rodríguez Ferri ha repasado este y otros factores que condicionan la aparición de epidemias en la charla Infecciones emergentes y enfermedades nuevas, que se ha celebrado esta tarde en el salón de actos de la Casa de las Conchas organizada por la Obra Social de Caja España.
Según ha explicado a DICYT el profesor Rodríguez Ferri, "el incumplimiento de los tratamientos por parte de los pacientes o el abuso de este tipo de fármacos están incrementando el resurgir de cepas infecciosas resistentes"
Un buen ejemplo de este resurgir de enfermedades de sobra conocidas es el de la tuberculosis. Según los últimos datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que en 2002 había nueve millones de infectados en todo el mundo, dos de los cuales estaban abocados a morir a causa de la enfermedad. Pero los datos son aún más alarmantes si se tiene en cuenta que las previsiones de la OMS para los próximos 10 años elevan la cifra de muertos por tuberculosis hasta los 10 millones.
Entre los factores a los que responsabilizan los expertos de este resurgir de la tuberculosis destaca uno: el incremento de los casos de SIDA. A este factor el profesor Rodríguez Ferri le añade fenómenos como la pobreza, la migración y, sobre todo, la resistencia desarrollada por determinadas cepas del bacilo que causa la enfermedad a la estreptomicina: el primer fármaco eficaz descubierto por Walksmann en 1944 con el que se consiguió cercar la expansión de esta enfermedad.
Al contrario de los que pueda parecer, España no es ajena al problema, ya que según el informe de la Organización Mundial de la Salud, el país supera las cifras medias europeas con más de 30 casos por cada 100.000 habitantes. Una incidencia que dobla la registrada en países vecinos como Holanda Alemania o el reino Unido.