Ciencias Sociales España , León, Viernes, 26 de mayo de 2006 a las 13:51

Un fósil encontrado en Las Médulas cuestiona la teoría tradicional sobre el origen del oro de las minas

Se trata de la huella de un pequeño molusco bivalvo de 422 millones de años de antigüedad que descarta el origen local de los sedimentos auríferos

MJF/DICYT Juan Carlos Gutiérrez-Marco, paleontólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha presentado esta mañana en la XL Sesión Científica de la Sociedad Geológica de España que se celebra en la capital leonesa el descubrimiento de un fósil en Las Médulas que reabre el debate sobre el origen del oro de las minas romanas. Se trata de un pequeño molusco bivalvo de 422 millones de años de antigüedad formado en unos materiales que no se encuentran en ninguna de las montañas del entorno que se habría formado en una zona lejana. El hallazgo apunta la hipótesis de que el oro de Las Médulas tenga la misma procedencia que este fósil y descarta la teoría tradicional sobre el origen local de los sedimentos auríferos.

 

El fósil fue encontrado por el ingeniero de Endesa Francisco Arias Ferrero en el interior de un canto de arenisca engastado en los sedimentos auríferos de uno de los pináculos del circo de las Valiñas, próximo a la zona conocida como La Cuevona de Las Médulas. Su antigüedad es muy superior a la de la propia formación del yacimiento aurífero, datado comúnmente como del Mioceno (5-20 millones de años), y el paleontólogo del CSIC que se ha encargado de su estudio asegura que su origen reabre el debate a la procedencia del oro que fue explotado de forma intensiva en la época romana.

Según Gutiérrez-Marco, la discusión sobre la procedencia del oro se plantea entre quienes defienden su origen en los bordes de la actual Cuenca del Bierzo, donde se habría acumulado entremezclado con los depósitos de abanicos aluviales al pie de las montañas circundantes, o quienes plantean un origen mucho más antiguo y distante, teoría según la cual los sedimentos del tipo Las Médulas corresponden a las terrazas de un enorme río de edad Paleógena (33-60 millones de años) y elevado potencial aurífero que discurria desde el suroeste hacia la meseta antes de que se formara la depresión tectónica del Bierzo.

El hallazgo del fósil silúrico en la mina romana aporta nuevas luces para este debate, en el sentido de que constituye un elemento externo a la cuenca de sedimentación de El Bierzo, "puesto que ninguna de las montañas aledañas contiene rocas de las que pueda haber derivado este fósil", según el investigador del CSIC, quien explica que los materiales silúricos de los montes Aquilianos, el área del Teleno y la región de La Cabrera, donde los arqueólogos databan la procedencia del oro de Las Médulas al margen de otras consideraciones geológicas, con seguridad no fueron el área fuente del fósil, dado que los niveles paleontológicos coetáneos se conocen bastante bien y pertenecen a ambientes marinos incompatibles con las condiciones de vida del animal luego fosilizado, lo que permite concluir que éste no proviene de la zona, ni tampoco fue acarreado desde el norte.

Por el contrario, las exhaustivas y rigurosas pruebas a las que ha sido sometido el ejemplar estudiado han llevado a concluir que el fósil procede de una lejana región meridional. A este respecto, el paleontólo del CSIC detalla que el fósil ha pasado por cuatro ciclos diferentes. El primero de ellos corresponde a la vida del fósil en un ambiente marino en un área lejana, para después plegarse en una roca caliza y resedimentarse más tarde en arenas, disgregarse de nuevo en un canto de roca arenisca, y llegar transportado finalmente a El Bierzo con los restantes depósitos auríferos.

En cuanto a las pruebas a las que ha sido sometido el fósil para descubrir su evolución, Juan Carlos Gutierrez señala que se le han realizado análisis de microsonda electrónica y de energía dispersiva por rayos x. El paleontólogo detalla que estas pruebas "nos han permitido meternos dentro del fósil y analizarlo punto por punto". Todas ellas han sido efectuadas con aparatos de avanzada tecnología que han sido llevadas a cabo en las instalaciones del CSIC. Tras su estudio, el ejemplar será depositado en el Museo del Bierzo en Ponferrada.