Ciencia España Valladolid, Valladolid, Lunes, 19 de abril de 2004 a las 18:00

Un método para detectar un tipo de antibiótico prohibido en la Unión Europea gana uno de los premios Innovación y Desarrollo 2003

Los otros dos proyectos galardonados han sido un sistema de visión artificial y programa informático que detecta la progresión del glaucoma en la visión del enfermo

BGA/DICYT  El Aula Triste del Palacio de Santa Cruz acogió esta mañana la entrega de premios Innovación y Desarrollo 2003 a los autores de tres proyectos de fin de carrera de la Universidad de Valladolid presentados el año pasado, y que se corresponden con un nuevo sistema para detectar un antibiótico prohibido por la Unión Europea, un sistema de visión artificial de medidas tridimensionales y un programa informático que permite controlar la progresión de los enfermos de glaucoma.

Los premios son el reconocimiento de cuatro instituciones, la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (CECALE), la Cámara de Comercio de Valladolid, la Junta de Castilla y León y Universidad de Valladolid, al esfuerzo realizado por los alumnos por colaborar con el avance de la sociedad a través de la tecnología. La característica que más se valora para otorgar los 1.202 euros de premio es que se trate de propuestas susceptibles de ser aplicadas y ue contribuyan a la innovación tecnológica de las empresas.

En esta ocasión, los tres trabajos tienen una inmediata aplicación y han sido realizados, en algunos casos, en colaboración con instituciones que trabajan en el campo sobre el que gira la propuesta, como es el caso del Instituto de Oftalmobiología Aplicada (IOBA) de Valladolid.

Uno de los premiados ha sido para el ingeniero agrónomo Manuel José Mora Martínez por elaborar un método de bajo coste a través del cuál es posible detectar, en un plazo de ocho horas, la presencia en la carne de consumo de un antibiótico llamado monensina sódica, cuya aparición está vinculada a la ingesta, por parte del vacuno, de piensos de engorde artificial.

El proyecto cobra importancia tras las crisis sanitarias como las producidas con la encefalopatía espongiforme bovina, puesto que permite un rápido conocimiento del tipo de alimentación del animal, dejando al descubierto un posible consumo de piensos prohibidos por la Unión Europea. Este proyecto se engloba dentro de otro más amplio llevado a cabo por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en León.

Otro de los proyectos que han obtenido premio también tiene que ver con la salud, en concreto con el glaucoma, enfermedad de la vista que tiene carácter irreversible y que conlleva pérdida de visión.

En este caso, el trabajo ha sido llevado a cabo por David Gómez Saavedra, alumno de Informática y Gestión, en colaboración con el IOBA, y ha conseguido desarrollar un programa de ordenador, que se encuentra en fase de experimentación, que permite detectar la progresión del glaucoma en el enfermo.

En esta ocasión, se ha utilizado una tecnología basada en mapas autoorganizados (conocidos como SOM), que ya se emplea en materias tan dispares como en banca o refinerías de petróleo, ya que permite realizar también cálculos de probabilidades.

Finalmente, el alumno de Ingeniería Industrial Javier Martínez Ferrero ha obtenido el premio a la innovación por su proyecto de visión artificial que permite la medición tridimensional de objetos, mediante la proyección de un haz de luz de láser en forma de planos.

Este diseño de visión artificial tiene varias ventajas frente al sistema que se utiliza ahora de barrido de imágenes, puesto que se trata de una sola imagen, por lo que el tiempo necesario para obtenerla y almacenarla es mucho menor, así como su coste, que se ve reducido. Las aplicaciones de un sistema de visión artificial tridimensional son variadas y pueden ser utilizadas tanto por industrias de automoción como de metalurgia o materiales de construcción, ya que permite detectar fácilmente las posibles imperfecciones que puede mostrar una pieza.