Health Brazil São Paulo, São Paulo, Tuesday, May 09 of 2023, 09:15

Un método permite obtener información genética de la sangre y relacionarla con trastornos psiquiátricos

Dicho examen exhibió patrones de expresión de micro-ARN asociados con la depresión, la ansiedad y el TDAH

AGENCIA FAPESP/DICYT – Una de las mayores dificultades existentes en el área de genética psiquiátrica y en lo concerniente a la búsqueda de marcadores que puedan predecir los riesgos de aparición de trastornos psiquiátricos se ha venido planteando con respecto a la utilización de muestras de sangre para estudiar enfermedades que, a decir verdad, están localizadas en el cerebro. Y en Brasil, investigadores de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp) han hallado en el estudio de los exosomas –pequeñas vesículas cargadas de material genético con potencial de incluir moléculas provenientes del sistema nervioso central– una alternativa con miras a superar esta limitación.

 

El análisis de estas vesículas –que poseen la capacidad de atravesar la barrera hematoencefálica (la estructura que protege el cerebro contra patógenos y toxinas) y transportar por el cuerpo pequeñas moléculas de ARN (micro-ARN)– demostró que es posible hallar patrones asociados a la depresión, la ansiedad y el trastorno del déficit de atención e hiperactividad (TDAH), lo que abre el camino para que en el futuro se puedan perfeccionar el seguimiento de los pacientes y su tratamiento precoz. Los resultados de este estudio se publicaron en la revista Translational Psychiatry.

 

“Aunque todavía quedan por efectuarse otras validaciones referentes a esos micro-ARN, nuestro trabajo indica que el material genético de ciertas moléculas que se transportan por el cuerpo puede identificarse en forma poco invasiva”, afirma Jessica Honorato Mauer, primera autora del estudio. “No logramos determinar con precisión si los exosomas analizados provienen del cerebro, pero sabemos que logran regular la expresión de los genes en diversos tejidos y pueden estar implicados en mecanismos que elevan el riesgo referente al surgimiento de trastornos psiquiátricos.”

 

Los investigadores que participaron en este estudio, que contó con el apoyo de la FAPESP, extrajeron las vesículas extracelulares del suero sanguíneo de un grupo de 116 jóvenes que tomaron parte en la Cohorte Brasileña de Alto Riesgo de Padecer Condiciones Mentales (Brazilian High Risk Cohort Study – BHRCS, en inglés) en dos momentos del tiempo (separados por tres años: en la adolescencia y al comienzo de la edad adulta), y de ellas retiraron los micro-ARN para efectuar su secuenciación, tanto con el objetivo de analizar su variación en el transcurso del tiempo como para determinar sus asociaciones con trastornos específicos.

 

En el primer caso, los participantes quedaron divididos en cuatro grupos que contemplaban la trayectoria de sus trastornos: el grupo de control contaba con pacientes sin diagnóstico en los dos puntos de tiempo; el grupo incidente incluía a aquellos que primeramente no presentaban trastornos, pero posteriormente sí; el grupo remitente reunía a los de diagnóstico positivo solo inicialmente, y el grupo persistente, a los diagnosticados en ambos momentos. Se compararon las diferencias entre los micro-ARN en esos grupos, pero los investigadores no hallaron datos significativos estadísticamente. De todos modos, los resultados de las pruebas estadísticas podrán utilizarse futuramente en metaanálisis y otros estudios.

 

El segundo abordaje apuntó a identificar los micro-ARN asociados a trastornos específicos en el mismo punto del tiempo. Fueron comparadas personas con diagnóstico de depresión, trastorno de ansiedad y TDAH con aquellas que no padecían dichas enfermedades en cada punto del tiempo. Al comienzo de la adolescencia, los investigadores detectaron la presencia del micro-ARN miR-328 expresado de modo diferente en los grupos de pacientes con y sin TDAH: aparecía en aumento en el primer caso.

 

En tanto, en el segundo punto del tiempo, se detectaron micro-ARN asociados a la depresión y a los trastornos de ansiedad. Tres de ellos (miR-432-5p, miR-151a-5p y miR-584-5p) aparecieron menos expresados, es decir, en merma, en las personas con ansiedad, y cinco (miR-4433b-5p, miR-584-5p, miR-625-3p, miR-432-5p y miR-409-3p) en aquellas que padecían depresión.

 

“Ya sabemos que no existen biomarcadores para las enfermedades psiquiátricas, como sí los hay para algunas enfermedades como el cáncer. Estimo que en el futuro será posible efectuar una predicción integrada utilizando datos de ADN, micro-ARN de exosomas y de la interacción con el ambiente. En este caso, mediante la evaluación del riesgo genético de una persona, es decir, de quien nació con la misma, y también evaluándola en el transcurso del tiempo mediante la medición de alteraciones de los micro-ARN o exposiciones ambientales, por ejemplo”, dice Marcos Leite Santoro, docente del Departamento de Bioquímica de la Unifesp y coordinador del estudio. “Esto debe permitir que en el futuro se pueda poner en práctica algún tipo de tratamiento o abordaje con el objetivo de evitar que la enfermedad se establezca en personas que empiecen a mostrar alteraciones de la expresión de determinados micro-ARN.”

 

Los próximos pasos

 

Para expandir este estudio y confirmar los resultados obtenidos también durante otras etapas de la vida de los pacientes, la idea de los investigadores es aumentar el tamaño de la muestra, tanto con los datos disponibles (hay informaciones sobre más de 700 jóvenes desde 2010) como con una nueva etapa de recolección, que incluye a los mismos individuos adultos y a sus hijos.

 

Aparte de la expresión de micro-ARN, deben analizarse también otras informaciones para entender las enfermedades psiquiátricas de manera más integrada, lo que incluye datos genómicos, transcriptómicos y de metilación de ADN en el transcurso del tiempo, y también factores ambientales tales como la condición socioeconómica, la exposición al consumo adictivo de drogas y el maltrato en la infancia y la adolescencia, el acoso en la escuela y la pandemia de COVID-19.