Un nuevo biomarcador permite predecir la respuesta al tratamiento en pacientes con tumores cerebrales
UPV/DICYT Investigadores de la Universitat Politècnica de València y la Fundación Instituto Valenciano de Oncología han obtenido un nuevo biomarcador que permite evaluar la respuesta al tratamiento de forma temprana y no invasiva en pacientes que sufren metástasis cerebrales. Su utilización en la práctica clínica ayudaría a mejorar la atención a estos pacientes, evitaría intervenciones que pueden incidir negativamente en su evolución y permitiría plantear terapias alternativas de forma temprana más adecuadas para cada caso.
El biomarcador está basado en un parámetro que ofrece información fundamental para conocer el estado y evolución del tejido cerebral: la difusión del agua y su variación en una metástasis cerebral asociada a la evolución clínica de ésta.
Según explica David Moratal, investigador del Centro de Biomateriales e Ingeniería Tisular de la Universitat Politècnica de València, “los cambios en la difusión del agua, que resultan en variaciones espaciales de los valores del coeficiente de difusión aparente en lesiones metastásicas, pueden cuantificarse mediante análisis de imagen por resonancia magnética y ser presentados en forma de mapa de difusión funcional”.
“Los valores extraídos de la resonancia magnética sobre la difusión del agua pueden correlacionarse directamente con la evolución clínica de la metástasis. De este modo, el biomarcador proporciona una predicción fiable de la respuesta al tratamiento de la lesión cerebral”, añade David Moratal.
Obtención del biomarcador
Para desarrollar este biomarcador, los investigadores valencianos estudiaron un total de veinticinco casos de metástasis de dieciséis pacientes: analizaron la imagen obtenida mediante resonancia magnética (IRM), tanto antes de iniciar el tratamiento por radioterapia como después del tratamiento, estudiando la variación de la difusión del agua en el área de la metástasis.
“De las veinticinco lesiones analizadas, en siete de ellas había una parte de la lesión cerebral que progresaba de forma adecuada; en ocho se estabilizada la enfermedad; y en diez se agravaba. Este corpus constituye la base para saber cómo actuar ante nuevos pacientes, disponiendo de un biomarcador de imagen que nos permite identificar la respuesta de la lesión al tratamiento sometido y pudiendo corregir éste durante su aplicación, lo que permitiría aumentar el éxito del mismo y, con ello, la tasa de supervivencia de los pacientes que se han de ver sometidos a sesiones de radioterapia cerebral”, apunta David Moratal.
Este trabajo fue presentado en la última edición de la Conferencia Anual de la Sociedad de Ingeniería en Medicina y Biología (Engineering in Medicine and Biology Society).