Un proyecto analiza el uso de biomasa residual en los sistemas de calefacción de los invernaderos
LRW/DICYT El Itagra y la empresa de ingeniería BESEL están inmersos en la elaboración de un proyecto que fue aprobado por el Plan Nacional de Investigación Aplicada Industrial del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. El objetivo es "la realización de un estudio de viabilidad técnico-económica de un sistema de calefacción mediante el uso de biomasa residual del entorno, que provea de CO2 al invernadero y consiga mejorar el desarrollo de los cultivos incluso en condiciones atmosféricas externas muy desfavorables", señaló uno de los promotores del proyecto, Alberto Sanz Sánchez. Además, se pretende "abaratar costes de producción mediante la sustitución de combustibles convencionales por otros renovables".
Este estudio analizará la disponibilidad de biomasa cercana a los invernaderos que pueda ser utilizada como combustible, así como las posibilidades reales y futuras de este tipo de instalaciones. Con este proyecto "se pretenden sentar las bases de futuras actuaciones y el desarrollo industrial de un sistema compacto de producción de energía y aprovechamiento de CO2", apuntó Sanz Sánchez.
Según el estudio, la producción de cultivos en invernaderos conlleva unos costes que pueden hacer que en zonas con climas continentales como el de Castilla y León, la viabilidad económica de estas instalaciones no sea la esperada. "En los invernaderos la aireación es mínima por lo que las concentraciones de CO2 son muy bajas, ya que este gas es usado por las plantas para llevar a cabo la función fotosintética, por ello es necesario aportar cantidades del gas que hagan que se igualen las concentraciones de CO2 en el interior y en el exterior", según el Itagra.
De momento, el proyecto -que está en proceso de inventariación de la biomasa disponible en zonas con invernaderos de la región- tiene, según los responsables del mismo, no sólo ventajas técnico-económicas, sino también medioambientales como "el uso de residuos de biomasa tanto de origen agrícola como forestal, la disminución del impacto sobre el entorno de un invernadero y el aprovechamiento de CO2 in situ consiguiendo un balance de CO2 negativo, ya que la biomasa presenta un balance neutro y se aprovecha para ser absorbido por las plantas".
En estadios posteriores, y en función de los resultados del análisis de viabilidad, se llevará a cabo el desarrollo industrial del sistema y se pondrá en funcionamiento con la finalidad de llevar a cabo pruebas de campo y verificación de los resultados a lo largo del año 2009. En algunos países del norte de Europa "en los cuales las condiciones climatológicas son adversas para el cultivo fuera de invernadero, ya se están utilizando sistemas de calefacción en los que se usa un quemador interno, aportando CO2 con dicho quemador", señalaron fuentes del Itagra. Los autores del proyecto esperan que el proyecto sea extensible al ámbito nacional.