Un proyecto europeo analiza las ventajas del TAC en el manejo global de la cardiopatía isquémica
IBSAL/DICYT El Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL) participa en el proyecto europeo COMBINE-CT: Combining CT diagnostic data and interventional approaches for futureproof cardiology care para validar científicamente las ventajas de la implementación de la tomografía axial computarizada (TAC) en el manejo integral de los pacientes con cardiopatía isquémica.
La Dra. Candelas Pérez del Villar Moro, desde el IBSAL, y el físico e investigador de datos Antonio Sánchez Puente, desde el Centro de investigación Biomédica en Red en Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV), lideran la participación del grupo de Cardiología del Instituto como único integrante español del consorcio europeo cofinanciado con 6,5 millones en la convocatoria Innovative Health Initiative del Horizonte Europa, y por parte de la compañía Philips, hasta alcanzar una inversión cercana a los 10 millones de euros.
Ambos expertos trabajarán, junto a un nutrido grupo de investigadores, desde el Servicio de Cardiología del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, que obtiene una financiación de 650.000 euros en este proyecto, colaborando en la creación de una base de datos multicéntrica que permita valorar la capacidad de la TAC en el diagnóstico de los pacientes con cardiopatía isquémica y avanzar en la integración técnica de la información proporcionada por la tomografía computarizada en el abordaje global de una enfermedad cuya prevalencia va en aumento en los países europeos y está asociada a una elevada mortalidad.
Como explica la Dra. Candelas Pérez del Villar Moro, el objetivo es, no solo “mejorar la implementación de la imagen del TAC en el diagnóstico y en la planificación del tratamiento percutáneo”, sino también valorar “nuevos protocolos basados en la TAC que permitan un seguimiento más preciso de los pacientes con cardiopatía isquémica”.
Esto es posible gracias a la información que proporciona el escáner espectral con el que cuenta el Hospital de Salamanca., una tecnología de última generación, Philips Spectral CT 7500, con un detector de doble capa. Este equipo permite realizar una caracterización tisular más precisa de la estructura y la función del tejido miocárdico, así como determinar mejor la extensión y la identificación de la enfermedad coronaria ateroesclerótica y, previsiblemente, “facilitará el seguimiento de aquellos enfermos que incluso ya están revascularizados de forma percutánea”, añade la cardióloga.
El TAC como prueba prínceps
El TAC se ha posicionado ya como la prueba inicial para descartar o no la enfermedad coronaria, cuantificar la carga de placa aterosclerótica y determinar la presencia de signos de vulnerabilidad que identifica a pacientes con mayor riesgo de un infarto agudo de miocardio.
En consecuencia, como indica la investigadora, “cada vez estamos haciendo más estudios de TAC a un perfil de pacientes con riesgo intermedio e intermedio alto de enfermedad coronaria”, ya que la información que se obtiene ofrece gran precisión respecto a la carga de la placa y la extensión de la misma. Sin embargo, como constata la coordinadora de Imagen Cardiaca del Servicio de Cardiología, persisten lagunas y se requieren herramientas de mejora para la traslación de esos datos que se obtienen con el escáner al laboratorio de Hemodinámica y al proceso general que acompaña el seguimiento de los pacientes con cardiopatía isquémica.
Para dar respuesta a esta necesidad, surgió precisamente el proyecto internacional COMBINE-CT, en el que participan 11 partner, entre ellos, además del IBSAL de Salamanca, centros de investigación, universidades y hospitales de Países Bajos (Academisch Medisch Centrum bij de Universiteit van Amsterdam y Cardiologie Centra Nederland), Francia (Université Lyon 1 Claude Bernard y Hospices Civils De Lyon), Alemania (Klinikum Der Universitaet Zu Koeln), Israel (Medical Research Infrastructure Development and Health Services Fund by the Sheba Medical Center) y España (Centro de Investigacion Biomedica en Red, CIBERCV), además de la compañía tecnológica Philips, la industria farmacéutica (Novo Nordisk) y la Fundación EUPATI.
La trayectoria del Servicio de Cardiología, decisiva para el proyecto
La trayectoria en Imagen Cardiaca e Inteligencia Artificial del Servicio de Cardiología del Hospital de Salamanca ha sido determinante para la inclusión del IBSAL en este destacado proyecto. Por un lado, como recuerda la Dra. Candelas Pérez del Villar Moro, “nosotros vamos un paso por delante, porque la integración del escáner en nuestra práctica clínica diaria es una realidad desde 2014”. En este sentido, el Profesor Pedro L. Sánchez, jefe del Servicio de Cardiología, tuvo una visión absolutamente acertada del problema y cómo había que abordarlo.
Desde entonces, el TAC en Cardiología está incorporado al manejo del paciente con dolor torácico que acude a Urgencias y existe sospecha de enfermedad coronaria. Esto permite descartarla de forma muy eficiente y derivar al paciente que lo requiere a la sala de Hemodinámica con una información precisa de la extensión de la ateroesclerosis coronaria. Así, “en nuestro centro la información proporcionada por el TAC es compartida de inmediato con los cardiólogos intervencionistas, y aunque no está absolutamente integrada en la tecnología, sí lo está en nuestro flujo de trabajo”, resalta la doctora. Los cardiólogos intervencionistas y los especialistas en Imagen Cardiaca mantienen en el hospital salmantino una comunicación absolutamente fluida, lo que facilita la posterior coronariografía diagnóstica y terapéutica.
Además de esta experiencia clínica, también será fundamental para el consorcio europeo el contar en Salamanca con especialistas en inteligencia artificial, pues “nos permitirá tener un protagonismo destacado en la explotación de una gran base de datos con la que se van a poder validar muchos de nuestros algoritmos”.
“Queremos establecer la evidencia científica que soporte que la tecnología debe estar cerca del paciente y de quien lo trata. Actualizar la práctica clínica y lograr que el TAC se utilice cada vez más en el manejo de los pacientes con cardiopatía isquémica y que la comunicación entre las áreas de Imagen y el cardiólogo intervencionista, tanto a nivel científico como a nivel tecnológico, sea lo más fluida posible en beneficio del paciente”, concluye la investigadora.