Nutrition Spain Madrid, España, Tuesday, February 17 of 2009, 19:28

Un sector de 14.000 kilómetros cuadrados se desprende de la plataforma de hielo Wilkins

Científicos del CSIC estudian el impacto a bordo del Hespérides

CSIC/DICYT Un sector de 14.000 kilómetros cuadrados de la plataforma de hielo Wilkins se ha desprendido y fragmentado en la península antártica como consecuencia del calentamiento global. Los gigantescos icebergs en los que se ha descompuesto esa área helada comienzan a dispersarse por el Océano Austral. Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones (CSIC) se encuentra analizando, desde el pasado domingo, a bordo del buque de investigación oceanográfica Hespérides, el impacto del colapso sobre el ecosistema del Mar de Belinghausen (al oeste de la Península Antártica). La superficie de hielo desprendida equivale a cerca de dos veces el tamaño de Euskadi.

 

El BIO Hespérides ha sido el primer buque en llegar a la zona y el primero en alcanzar en tan poco tiempo el lugar donde se ha producido el desprendimiento de una placa para investigar el impacto. El equipo científico, que trabaja en el marco del proyecto ATOS, con el que España cierra su participación en el Año Polar Internacional, ha presenciado asimismo durante estos días cómo el frente de hielo del Mar de Belinghausen retrocedía (se fundía) 550 kilómetros en dos semanas. Los científicos señalan que las temperaturas del agua son extraordinariamente cálidas en esta zona.

El investigador del CSIC y jefe científico de la campaña ATOS, Jordi Dachs, avanza algunas de las consecuencias inmediatas del desprendimiento en el ecosistema local: “Estamos constatando evidencias de una producción biológica muy elevada en la zona donde se están recibiendo los hielos liberados. Por un lado, la presencia de fauna es muy abundante, con la mayor concentración de ballenas yubarta y focas leopardo que hemos encontrado hasta el momento. Además hemos detectado concentraciones muy bajas de CO2 en el agua marina, lo que sugiere que el aumento de penetración de la luz y los materiales que liberan los icebergs al fundirse fertilizan el océano”.


Asimismo, según los investigadores, el desprendimiento y fragmentación del enorme sector helado producirá el consecuente aumento del nivel del mar. El comandante del BIO Hespérides y capitán de fragata, Pedro Luis de la Puente, comenta: “La navegación en estas aguas requiere de extrema prudencia, pues al estar cubiertas de una plataforma de hielo no han sido suficientemente sondadas y no existe información fiable sobre la topografía del fondo, que según nuestros datos se sitúa entre 150 y 300 metros en la zona en la que estamos trabajando. Estamos encontrando enormes icebergs desprendidos de la plataforma Wilkins, algunos de ellos varados, lo que indica que seguramente superan los 200 metros de altura”.
 

La plataforma Wilkins es una gran superficie de hielo sobre el mar de forma permanente al suroeste de la Península Antártica, a una distancia de unos 1.600 kilómetros del continente sudamericano. En los últimos 50 años, la Península Antártica ha experimentado el mayor aumento de temperatura registrado en el planeta: 0,5 grados centígrados por década.

 

Dos años de las mayores pérdidas de hielo documentadas

 

El investigador del CSIC y coordinador del proyecto ATOS, Carlos Duarte, afirma desde el Hespérides: “El Año Polar Internacional que ahora se cierra [de marzo de 2007 a marzo de 2009], ha visto, lamentablemente, la mayor pérdida de hielo documentada hasta el momento, tanto en el Ártico, donde se perdió una importantísima cantidad de hielo en 2007, como en la Antártida, donde estamos asistiendo a una pérdida dramática de hielo”.


“Todos los que hemos compartido estas experiencias a bordo del buque Hespérides, científicos y dotación de la Armada, estamos fuertemente impactados por lo que hemos visto en estos dos años y acabamos nuestra participación en el Año Polar Internacional con un empeño en comunicar a la sociedad nuestros resultados científicos, pero también nuestras experiencias personales para que compartan nuestra preocupación y puedan así comprometerse con la reacción necesaria”, expresa Duarte.

Además de los investigadores del CSIC, la campaña ATOS, financiada por el Ministerio de Ciencia e Innovación, cuenta con la participación de investigadores británicos, de la Universidad de Lancaster, portugueses, de la Universidad del Algarve, canadienses, de la Universidad de Québec y estadounidenses, de la Universidad de Harvard.