Tecnología España León, Castilla y León, Jueves, 22 de octubre de 2009 a las 17:03

Una aplicación informática permitirá optimizar el diseño y la sostenibilidad de plantas de biogás

La herramienta, presentada en Expobioenergía 2009, parte del grupo nacional Probiogás y ha sido desarrollada por una spin-off de la Universidad de León

Cristina G. Pedraz/DICYT En el marco del proyecto nacional Probiogás (Desarrollo de Sistemas Sostenibles de Producción y Uso de Biogás Agroindustrial en España), la empresa de base tecnológica Bioenergía y Desarrollo Tecnológico (Bydt) de la Universidad de León ha desarrollado una aplicación informática, denominada Metaniza, que permitirá optimizar el diseño y la sostenibilidad de este tipo de plantas industriales. Según ha explicado a DiCYT Andrés Pascual, coordinador de Probiogás, Metaniza surge “al detectar que una necesidad de los que están promoviendo ese tipo de plantas es disponer de una herramienta para poder planificar conceptualmente cómo van a ser esas fábricas”. A través del sistema ideado, estos promotores “podrán simular qué tipo de residuos pueden incluir y qué cantidades de biogás y potencial eléctrico van a obtener, para de esta forma llegar a un diseño óptimo”.

 

En la misma línea, el miembro de Bydt Daniel Blanco ha detallado qué fuentes de información se han utilizado para hacer estos cálculos. “Hemos dispuesto de la información que han recopilado el resto de socios de este subproyecto, unas bases de datos de todos los residuos de origen agroindustrial que se generan en España a nivel comarcal. Se trata de bases muy complejas resultado de un trabajo exhaustivo”, apunta el técnico.

 

Estos registros están categorizados y caracterizados en varios criterios, “como el potencial de producción de biogás, su composición nutriente, su relación carbono nitrógeno y otra serie de parámetros interesantes a la hora de diseñar una planta de biogás”. Tal y como señala el experto, con la herramienta “se consigue de forma ágil y rápida estudiar la viabilidad de una planta de biogás incluyendo un factor geográfico”. De este modo, se introduce una determinada ubicación y unos residuos y de forma instantánea se obtienen cuáles serían las características principales de la planta, “cuánta potencia proporcionaría, cuál sería su capacidad de tratamiento anual, el volumen de sus digestores y también una serie de parámetros de viabilidad económica, como la inversión, la rentabilidad o el rendimiento que se lograría.

 

Además de la evaluación energética y económica, la aplicación ofrece datos sobre el impacto medioambiental de la planta, un análisis del balance de emisiones de dióxido de carbono y la aportación de nutrientes al sistema edáfico (relativo al suelo, especialmente a las plantas). Por otro lado, al realizarse de forma inmediata los cálculos se pueden cambiar los distintos valores hasta llegar al tipo de planta óptima que busca cada usuario.

 

Incompatibilidades entre residuos

 

En cuanto tipo de residuos agroindustriales que incluye la herramienta, Daniel Blanco precisa que se ha realizado un catálogo con varias clases y más de 180 subcategorías. Por ejemplo, se puede utilizar la aplicación con residuos ganaderos (purines, estiércoles de vaca, gallinazas), cultivos energéticos (maíz, colza, girasol, remolacha) o una serie de residuos de la industria agroalimentaria (fruto de la transformación de vegetales como pimientos, patatas o frutas). No obstante, precisa el técnico, “no todas las combinaciones de residuos son viables, hay ciertas incompatibilidades”. En este caso, la herramienta informática “avisa cuando la mezcla que se propone no es factible”.

 

El proyecto concluirá a finales de año y la versión definitiva estará disponible a partir de enero de 2010. Además de la spin-off de la Universidad de León, encargada del desarrollo, el Centro de investigación y desarrollo tecnológico del sector agroalimentario AINIA de Valencia, el Ciemat (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas) y la Universidad Politécnica de Valencia promueven el proyecto Metaniza.

 

Probiogás
El proyecto Probiogás tiene el objetivo de desarrollar sistemas sostenibles de producción y uso de biogás agroindustrial. Según asegura Andrés Pascual, coordinador de la iniciativa y miembro del AINIA de Valencia, tratan de “valorizar una cantidad enorme de toneladas de materiales orgánicos que se generan en el marco del sector agroalimentario y que son susceptibles de utilizarse por la tecnología de digestión anaerobia, una fermentación en la que obtenemos biogás, con lo cual se puede producir electricidad y energía renovable”. Probiogás, cofinanciado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, cuenta con 31 socios entre centros de investigación, empresas, fundaciones e instituciones, de diez comunidades autónomas diferentes. En Castilla y León hay varios socios, entre los que se encuentra la Fundación Patrimonio Natural, Cidaut o la Universidad de León.