Una empresa salmantina es pionera en la instalación de calderas de biomasa
José Pichel Andrés/DICYT La empresa salmantina Gebio es en la actualidad la única de Castilla y León que ofrece un servicio de instalación de calderas de biomasa a la vez que se encarga de su gestión integral, desde el suministro de combustible hasta la retirada de cenizas. Para ello, emplea tecnología de última generación en su equipamiento, procedente de Austria, y apuesta por alimentarla con un residuo agrícola especialmente abundante en España: el hueso de aceituna.
En ese sentido, las dos fuentes de biomasa que existen son, por un lado, los cultivos energéticos, destinados a la fabricación de biocombustibles, y, por otro lado, los residuos agrícolas y forestales. Por el momento, no se han desarrollado cultivos destinados a servir de combustible directamente, de manera que las calderas utilizan residuos y éstos son de dos tipos, los que han sido tratados y los que se queman directamente.
El tratamiento de los residuos consiste en comprimir la materia al máximo para aumentar la densidad del producto, con lo cual se gana espacio en materia de transporte y se aumenta la potencia energética. Ésta es la llamada biomasa valorizada, ya que aumenta el valor del producto una vez recogido y, en lugar de materiales como la madera o la paja, se obtienen unos derivados denominados pellets. La materia prima vegetal sometida a determinada presión y temperatura acaba compactada, debido a que la lignina, un compuesto químico de las paredes celulares de las plantas, entra en un proceso similar a la plastificación.
Residuos para quemar
Sin embargo, Gebio ha optado por los residuos forestales directos para quemar, que pueden variar desde la cáscara de almendra, a la cáscara de piñón o el orujo de uva. Pero su apuesta es más concreta, el hueso de aceituna molido. "Lo hemos elegido porque tiene un poder calorífico muy alto, con lo cual se considera casi un pellet natural", declara a DICYT Primitivo Málaga, director comercial de la empresa. Además, esta opción tiene garantizado el suministro, pues se calcula que en España se desechan millones de kilos de hueso de aceituna anualmente, de forma que además se contribuye a la reutilización de un residuo que carece de otro aprovechamiento.
En cualquier caso, si en un futuro se eligiera otro tipo de fuente de energía no existiría ningún problema, según los responsables de la compañía, ya que las calderas que emplean tienen la característica de ser "policombustibles", de forma que "podemos quemar desde residuos agrícolas directos hasta pellets o cualquier tipo de combustibles de biomasa", aclara Primitivo Málaga.
Por el momento, uno de los problemas es que no hay distribuidores de biomasa en Castilla y León, de manera que Gebio realiza todo el proceso. "Vendemos gestión energética", resume el director comercial, que ofrece planes de financiación a diez años para evitar que esta innovación tecnológica conlleve costes adicionales a los usuarios.
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Nueva tecnología, nuevas ventajas |
Gebio ofrece a las comunidades de vecinos la renovación de las viejas calderas de gasóleo por otras con tecnología punta que utilizan biomasa para su funcionamiento. Se trata de instalaciones tan avanzadas que se autogestionan, de forma que, por ejemplo, se limpian automáticamente y poseen un sistema también automatizado de alimentación, de combustión y de retirada de cenizas. En ese sentido, las propias máquinas realizan "un análisis de la combustión para ver la cantidad de oxígeno, CO2 y partículas que intervienen o se generan en este proceso", indica Primitivo Málaga, "y cuentan con un sistema de depuración de humos". Antes de proceder a la instalación, la empresa realiza un estudio viabilidad técnico para ver si se pueden instalar las calderas, un estudio económico, y un estudio medioambiental que sirva para comprobar en cada caso qué cantidad de CO2 se evitaría emitir. |