Salud España , Salamanca, Viernes, 01 de abril de 2011 a las 18:57

Utilizan el melanoma ocular como modelo para estudiar la metástasis en otros tumores

Un prestigioso científico brasileño visita Salamanca para explorar una posible colaboración con el Centro de Investigación del Cáncer

José Pichel Andrés/DICYT El prestigioso científico brasileño Miguel Burnier, jefe del Departamento de Oftalmología de la Universidad McGill de Montreal (Canadá) ha visitado hoy el Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca, con el que podría iniciar una colaboración científica de la mano del investigador Enrique de Álava, colaboración que ya mantiene con científicos de Valladolid de manera muy estrecha. La línea de estudio de Burnier es el melanoma ocular, un tipo de cáncer muy poco frecuente, pero muy interesante para los científicos porque supone un buen modelo para el estudio de otros tipos de cáncer, según ha explicado el experto brasileño.

 

Generalmente, "el cáncer primario no mata, con la excepción de los localizados en el cerebro", afirma el científico en declaraciones a DiCYT, "lo que mata es la diseminación de las células tumorales", que se conoce como metástasis, "por eso estudiamos este proceso por la vía de la sangre y el melanoma es un ejemplo muy bueno".

 

Los melanomas oculares "se parecen mucho a los de la piel, pero están bajo la retina, dentro del ojo y son tumores muy poco frecuentes, pero muy importantes porque tiene un gran índice de mortalidad, entre el 40 y el 50% de los pacientes se van a morir por la diseminación de las células tumorales del ojo al hígado", afirma. Aunque no es el único lugar en el que este tipo de cáncer puede hacer metástasis, el hígado representa el 90% de los casos en los que esto ocurre y además también es el órgano común para la metástasis de otros muchos cánceres, de manera que los científicos quieren entender la relación del hígado con las células de los tumores, algo muy importante para saber por qué las células van al hígado y reproducen allí el tumor, agravando mucho la situación de los pacientes al tratarse de un órgano vital.

 

En busca de terapias

 

El objetivo final de esta línea de investigación es encontrar terapias que frenen esta manifestación sistémica del melanoma del ojo. "A pesar de que la baja incidencia de casos es un problema para su estudio, hemos avanzado mucho porque el ojo no tiene vasos linfáticos, sólo tiene vasos sanguíneos", de manera que "todo lo que se descubre para el melanoma del ojo sirve también para otros tumores como el de mama, la piel, los riñones, la próstata... Gracias a la diseminación vascular de estas células cancerosas podemos estudiar también todos estos tumores y tenemos modelos experimentales que utilizamos con células humanas de los pacientes en conejos, para entender por qué las células migran a otros tejidos y por qué hacen metástasis", explica el experto.


Los estudios genéticos son fundamentales en este avance y la universidad canadiense ha realizado importantes aportaciones. "Hay genes en los cromosomas 3 y 8 implicados en este proceso y nosotros descubrimos que en el cromosoma 7 hay una proteína que se llama c-Met que es muy importante para la metástasis porque en los casos en los que se presenta en gran cantidad la metástasis es mucho más frecuente", comenta. Gracias a estos hallazgos, en la actualidad "tenemos un fármaco que aumenta una proteína anti c-Met y cuyo resultado es que aumenta mucho la protección del hígado y la supervivencia del paciente".

 

Factores de riesgo

 

La luz ultravioleta del sol parece ser la principal responsable del desarrollo de melanoma de ojo. Aunque es poco frecuente, "en la piel el mismo tumor es muy habitual, por eso la idea es desarrollar la misma terapia para ojo y piel. Según Miguel Burnier, las personas con piel y ojos muy claros tiene más inclinación a tener este tipo de cáncer, en analogía con lo que sucede con el cáncer de piel.