Un innovador alumbrado público elimina el "muro luminoso" que impide las observaciones astronómicas
MMG /DICYT "En muchos pueblos hay un muro luminoso que impide ver el mayor espectáculo que la naturaleza puede ofrecer: un cielo estrellado". Estas son palabras del astrónomo Juan Fernández Macarrón, que ha asistido a la inauguración del nuevo sistema de alumbrado público de la localidad abulense de Hoyos del Espino, en Gredos. Un nuevo sistema que, precisamente, eliminará ese "muro" al que se refería el astrónomo al utilizar lámparas que reducen la contaminación lumínica. Se trata de un sistema basado en lámparas de sodio diseñadas, además, con cubiertas superiores que impiden que la luz se derroche hacia arriba, concentrándose hacia el suelo, donde siempre es más necesaria.
El nuevo sistema de alumbrado público, que ha sido subvencionado por Sanitas, ofrece según el astrónomo numerosas ventajas. La primera y más evidente es el ahorro de energía que supondrán las nuevas lámparas. "Por poner un ejemplo", dijo Fernández Macarrón, "se calcula que en Madrid se derrochan hacia el cielo 15 millones de euros al año". Ese desperdicio se reduciría considerablemente en el caso de emplear lámparas de sodio como las que lucen ya las calles de Hoyos del Espino.
Ventaja para las aves
Lámparas que, además, suponen una mejora en la calidad de vida de sus vecinos y de muchas de las aves migratorias que sobrevuelan esta zona. "Ahora será más difícil que pierdan sus rutas o que les cambien sus biorritmos", dijo el experto, que también encontró beneficios para otro tipo de animales, como los anfibios de esta zona de la sierra abulense.
Aunque quizá para Fernández Macarrón el principal beneficio de este nuevo sistema sea psicológico, al regalar al ser humano la posibilidad de disfrutar de un espectáculo único. Y todo porque, según él, impedir la contemplación de un cielo estrellado sería comparable a poner un muro gigante delante de la playa más hermosa.
Año Internacional de la Astronomía
Las nuevas lámparas de sodio, que sustituyen a las tradicionales de mercurio, facilitarán ahora la contemplación del cielo en Hoyos del Espino, un enclave privilegiado para la contemplación astronómica, según explicó Fernández Macarrón. "Al estar a 1.400 metros de altura, se eliminan muchos metros de atmósfera", dijo. Por su parte, el alcalde de la localidad, Roberto García, aseguró que con esta iniciativa Hoyos del Espino pretende adelantarse a la iniciativa de la ONU que ha declarado el 2009 como Año Internacional de la Astronomía.