Un equipo de la USAL aplica un sistema láser de monitorización de estructuras arquitectónicas en la Muralla de Ávila
MMG /DICYT Un grupo de investigadores de la Escuela Politécnica de Ávila de la Universidad de Salamanca, encabezado por el profesor Diego González Aguilera, ha empleado un escáner de láser terrestre (TLS, por sus siglas en inglés) para evaluar el estado estructural de la muralla de Ávila. Se trata de un sistema, que ejerce una función de mantenimiento al detectar desplomes y desplazamientos en el monumento.
“El láser realiza una lectura muy rápida de la estructura, de la cual se obtiene una imagen en tres dimensiones”, ha explicado Diego González Aguilera, coautor del estudio que acaba de ser publicado por la revista ‘Nondestructive Testing and Evaluation’.
El trabajo se inició con la recogida de datos. Para ello, los investigadores midieron in situ la muralla abulense, concretamente la espadaña de la Puerta del Carmen mediante un TLS. “Este escáner lanza un láser que rebota en el monumento y regresa a un sensor interno de tal modo que mide las distancias de cada punto del muro”, ha explicado el experto, quien añade que “el rayo láser hace un barrido por la superficie del monumento”.
El TLS toma dos medidas, una de intramuros y otra de extramuros con 1'5 y 2'5 millones de puntos respectivamente. “Luego estos datos se analizan en laboratorio donde, mediante algoritmos, la superficie de ambos lados se representa en tres dimensiones”, ha comentado el investigador abulense. “Pero una sola medida no basta para evaluar daños”, añade González Aguilera, “pues hay que compararlos con muestras anteriores o posteriores”.
En el estudio, los investigadores hicieron dos campañas de recogida de datos en intervalos de seis meses, porque “cuanto más separadas en el tiempo sean las muestras más cambios se pueden observar”, ha matizado el experto. De esta manera se pueden detectar dos tipos de patologías: el desplome, que consiste en la falta de verticalidad de los muros, y el desplazamiento completo del muro. “Y ambos datos y su cuantía deben ser complementarios para que el estudio concuerde”, ha puntualizado el ingeniero.
En la evaluación de estructuras arquitectónicas se utilizan otros métodos además del TLS. “El más clásico es el sistema topográfico de teodolitos, aunque también existen otras herramientas como el GPS”, ha explica González Aguilera. En este caso se ha utilizado el TLS porque es un sistema novedoso, no agresivo con la estructura y que “había que poner a prueba en un caso complejo”.