La Universidad de Salamanca adquiere el laser más potente de España
AVPR/DICYT El Departamento de Óptica de la Facultad de Físicas de la Universidad de Salamanca ha adquirido el láser más potente de España (y uno de los cien más potentes del mundo) lo que ha requerido una inversión de dos millones de euros, financiados conjuntamente con fondos de la Unión Europea y del Ministerio de Educación y Ciencia. Su adquisición viene a llenar el vacío que en este área de investigación había dejado el cierre del único Centro Láser de Castilla y León, ubicado hasta hace unos años en el Parque Tecnológico de Boecillo de Valladolid.
Se trata de un láser de Titanio - Zafiro que emite una luz de infrarrojos casi visible, cuya principal característica es que consigue concentrar la energía que acumula y liberarla en un espacio de tiempo mínimo. Puede emitir cerca de medio teravatio de potencia en un fentosegundo, lo que equivale a liberar la mitad de la potencia instalada en Europa para el consumo de energía eléctrica en menos de una billonésima de segundo.
A pesar de todo, el consumo eléctrico del aparato es escaso: éste se encuentra permanentemente conectado a la red eléctrica y acumula la energía para liberarla de golpe durante cien fentosegundos, y para durante una décima de segundo. Estableciendo una comparación con magnitudes más cercanas se puede decir que, si cada descarga del láser se prolongara durante un segundo, el periodo de reposo equivaldría al tiempo transcurrido entre la desaparición de los dinosaurios hasta hoy.
La capacidad de concentrar energía en tiempos tan pequeños consigue que aquellas partículas sobre las que incide la luz del láser se desintegren sin que el resto de la materia que la rodea sufra un calentamiento. De ahí las enormes aplicaciones que este tipo de tecnología puede ofrecer en diferentes campos médicos.
Nuevas aplicaciones
Tal y como asegura el catedrático de óptica, Luis Roso, “la Universidad ha llegado a un acuerdo con el grupo de investigación del profesor Jesús Merayo, del Instituto Oftalmológico de la Universidad de Valladolid (IOBA) para estudiar la aplicación del láser de Titanio – Zafiro en cirugía ocular”. Hasta ahora la tecnología Lasik, utilizada en operaciones para corregir defectos en la visión, emplea un tipo de láser que requiere exponer al paciente a pulsos luminosos durante un tiempo relativamente largo. Esto supone que los tejidos anexos a la zona en la que incide el haz de luz se calientan, provocando quemaduras al paciente. Las cicatrices resultantes causan molestias y son susceptibles infectarse, haciendo más complicado el postoperatorio. Otros campos de la Medicina en los que se puede aplicar esta nueva tecnología serán la odontología o los implantes biomédicos que requieran intervenciones muy precisas, como por ejemplo cualquier prótesis colocada en el oído interno.
El gran reto es llegar a generar rayos X utilizando la potencia del láser: mientras que en la actualidad los rayos X surgen a partir de una luz normal, el láser está formado por lo que se denomina un “haz de luz coherente”, esto es, un haz luminoso en el que las ondas electromagnéticas viajan todas en la misma dirección y poseen la misma longitud de onda. Esta característica ayudaría a que los rayos X generados a partir de un láser fuesen más controlables.
En el caso de las aplicaciones industriales el horizonte de posibilidades es mucho más amplio y ya “se está valorando un acuerdo de investigación con el Centro de Microelectrónica de Barcelona”, aunque también existen proyectos en áreas como la aeronáutica o la fabricación de monedas.