Salud España , Salamanca, Lunes, 09 de marzo de 2009 a las 20:13

La industria farmacéutica se fija en el farmacología personalizada

El jefe del área terapéutica de respiratorio de Novartis, Jordi Casafont, muestra en Salamanca los procesos de creación de un fármaco en '¡Comunica salud! Es sano'

AMR/DICYT El desarrollo de la farmacología personalizada, a través de fármacos para pacientes con necesidades específicas de determinadas enfermedades, y la reducción de plazos de administración del medicamento, son las metas actuales de la industria farmacéutica en materia de innovación. Jordi Casafont, jefe del área terapéutica de Respiración de la multinacional Novartis, mostró hoy en la Facultad de Comunicación de la Universidad Ponfiticia de Salamanca, en el ciclo ¡Comunica salud! Es sano, los procesos de creación de un fármaco y hacia donde se mueve este sector de investigación y desarrollo.

 

Según explicó a DiCYT el especialista, "en los últimos años, es más evidente en la investigación de las compañías la búsqueda de fármacos hechos a medida en detrimento de la farmacología clásica". Esta necesidad de investigación farmacológica hacia "targets concretos" viene dada porque en las enfermedades está "muy establecida su fisiopatología". Por eso, la industria ha fijado sus objetivos en la atención de subtipos de pacientes, marcadores o procesos "a los que los actuales fármacos no ayudaban a resolver sus problemas".

 

Junto a este desarrollo, Casafont apuntó otra de las tendencias de la industria farmacéutica actual: la reducción de los plazos de cumplimiento de la administración de los fármacos. "Muchos fármacos fracasan porque falla el cumplimiento por parte del paciente, por lo que una administración más espaciada del medicamento permite un mayor grado de eficiencia", explica el experto. Este es el caso del tratamiento de la osteoporosis, una enfermedad en la cual disminuye la cantidad de minerales en el hueso, en la que los últimos fármacos han aumentado los plazos de administración. Casafont reconoce, no obstante, que estos desarrollos encarecen el coste del medicamento, por lo que su rentabilidad económica es menor.

 

Acortar plazos

 

Uno de los objetivos de la industria es que los medicamentos lleguen a su público objetivo lo más rápido posible, ya que desde que se sintentiza hasta que se comercializa existen diferentes experimentaciones (animal y humana) y procedimientos (estudios de seguridad, de dosis, de activación). En este sentido, Casafont recordó que la colaboración con las autoridades farmacéuticas (la Agencia Europea de Medicamentos -EMEA- y la estadounidense -FDA-) por parte de las industrias ha permitido reducir los tiempos de desarrollo. "Tenemos activas fases clínicas 2 y 3 conjuntas que permite ganar tiempo", indicó. Esta actividad se realiza en enfermedades con gran necesidad de innovación en fármacos, como en oncología, y para enfermedades huérfanas, esto es, aquéllas en las que no se ha descrito aún un tratamiento.

 

Se estima que el 90% de los fármacos que desarollan las empresas farmacéuticas no llegan a las fases clínicas (las de experimentación con seres humanos) y, de ese porcentaje restante, uno o dos de cada diez no terminan por llegar a la rebotica. "Por eso, el coste económico y el esfuerzo que comporta la investigación en este campo es tan elevado".