Mariano Barbacid muestra en Salamanca el papel esencial del gen Cdk1 en la división celular
AMR/DICYT El director del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, Mariano Barbacid, mostró hoy en Salamanca, en el Centro de Investigación del Cáncer (CIC), la importancia del gen Cdk1 en el ciclo celular. Estudios con modelos de ratón han indicado que el Cdk1 es el único gen Cdk (Cyclin-dependent kinaseesencial) esencial en el ciclo celular, el conjunto ordenado de eventos que conducen al crecimiento de la célula y la división en dos células hijas, y que esta quinasa puede ejecutar todos los eventos requeridos en la conducción de la división celular. En su conferencia, el prestigioso investigador mostró la relación del gen con el desarrollo del tumor de pulmón inducido por oncogenes Ras.
En el repaso a las investigaciones que ha dirigido en torno a esta materia, Barbacid indicó a los asistentes a su ponencia, titulada Quinasas ciclina-dependientes, ciclo celular y cáncer, que "hasta 1995, no tenía conocimientos profundos sobre el ciclo celular" y explicó que se planteó conocer qué funciones tenían los genes Cdk. Hay que tener en cuenta que estas quinasas son unidades catalíticas, que necesitan una ciclina como unidad reguladora que active el proceso que generan las Cdk. Al comienzo de sus investigaciones, se sospechaba que las quinasas eran necesarias para entender el ciclo celular, por lo que diferentes equipos de investigación retiraron uno a uno los cuatro subtipos que intervienen en el proceso (Cdk1, Cdk2, Cdk4 y Cdk6) en trabajos in vivo con ratones.
Así, comprobaron que el Cdk4 no era esencial, pero su ausencia en ratones ya adultos provoca la desaparición de células productoras de insulina, por lo que los roedores fallecían de diabetes. "Todavía es un misterio por qué el Cdk4 es esencial en el desarrollo del cáncer, ya que se expresa en todas las células", indicó. Tampoco encontraron que la ausencia de Cdk6 fuera esencial en la regulación de la división celular. En el caso del Cdk2, tuvo efecto en la meiosis (un tipo de división celular), pero no en la mitosis. "El Cdk1 cumplió las expectativas", añadió.
La ausencia de esta quinasa no permitía la división celular en las primeras fases del embrión en condiciones óptimas. "El objetivo es validar estas células como dianas para el cáncer", explicó. Precisamente, en el seminario presentó los resultados más recientes que consideran el papel de los genes Cdk interfase en la homeostasis, así como en el desarrollo de tumores pulmonares inducidos por oncogenes Ras.
Mariano Barbacid se ha significado en su carrera profesional por conseguir aislar un gen humano mutado capaz de causar cáncer nunca antes aislado: el oncogén humano T24 (en un carcinoma de vejiga). Este hecho supuso un gran avance para el estudio del cáncer. Su descubrimiento fue publicado en 1982 en un artículo llamado A point mutation is responsible for the acquisition of transforming properties by the T24 human bladder-carcinoma oncogene. Posteriormente, amplió sobre su descubrimiento determinando que dicho oncogén es una mutación de un alelo perteneciente a la familia Ras, y descubriendo su mecanismo de activación.
La familia Ras de genes y proteínas un conjunto de interruptores moleculares muy importantes en una gran variedad de rutas de transmisión de señales celulares que controlan diferentes fenómenos como la integridad del citoesqueleto, la proliferación celular, la diferenciación celular, la adhesión celular, la apoptosis y la migración celular. Las mutaciones de los protooncogenes Ras son muy frecuentes y se encuentran en una cuarta parte de los cánceres. Cuando están alteradas en los tumores malignos, los genes y proteínas Ras provocan un aumento en la capacidad de invasión y metástasis, y una disminución de la apoptosis (o muerte celular).