Tecnología España , Salamanca, Miércoles, 09 de septiembre de 2009 a las 11:06

Un proyecto pretende analizar la salud de los cerdos a través de cámaras termográficas

La empresa salmantina Gerionte Technology desarrolla esta idea, aún en sus primeras fases

José Pichel Andrés/DICYT La empresa salmantina Gerionte Technology ha puesto en marcha un proyecto de investigación que tiene como finalidad desarrollar un sistema para detectar alteraciones de la temperatura en cerdos y en otros animales de explotaciones ganaderas a través de la instalación de cámaras termográficas. Cada uno de los animales estaría identificado de forma individual y, al acercarse cada día a la máquina en la que se alimenta, el sistema de termografía podría detectar un aumento de su temperatura media, lo cual puede ser un indicio de enfermedad, y avisar al ganadero de forma automática.

 

La termografía es una técnica que permite medir la temperatura de cuerpos o de objetos a distancia gracias a la captación de la radiación infrarroja del espectro electromagnético. Lo que hace una cámara termográfica es convertir la energía que irradia el objeto en información visible sobre la temperatura. Julián Sanz García, responsable de proyectos informáticos de Gerionte Technology, ha explicado a DiCYT que el sistema que su empresa se propone desarrollar se basa en incluir la cámara termográfica en una máquina de alimentación para cerdos. “A través de la identificación electrónica de los animales vamos a saber qué animal es, vamos a darle la comida y el agua que le corresponden y vamos a pesarlo. Pero además, al mismo tiempo que está comiendo en la máquina de alimentación, se toma de forma automática una imagen termográfica del animal”, comenta el experto, que está presentando la idea estos días en la Feria Agropecuaria de Castilla y León.

 

El sistema comparará esa imagen con los datos de temperatura media del animal, que estarán almacenados en un sistema informático central, de forma que podrá evaluar de forma automática si hay algún incremento sustancial de la temperatura. Gracias a esa información, “sabremos que algo le pasa al animal, puede estar en celo o puede tener alguna enfermedad”, señala. Cuando esto ocurra, el sistema lanzará una alerta al sistema central, enviando una instantánea termográfica del animal. El ganadero podrá consultar un historial de ese animal, podrá ver las instantáneas termográficas e incluso pasárselas al veterinario para que éste tome la decisión que corresponda.

 

Contacto con los ganaderos

 

El proyecto aún está en fase de experimentación, pero sus responsables prevén que en un año y medio pueda estar listo para ser comercializado, gracias a la financiación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, a través de la Agencia de Inversiones y Servicios de Castilla y León (ADE). Por el momento, sus creadores aún están definiendo las características del sistema. “Hace falta una gran inversión económica, porque es un proyecto totalmente innovador. En la actualidad estamos tomando contacto con los ganaderos para adaptar el producto a sus necesidades”, apunta Julián García Sanz.

 

Además, la empresa está analizando las opciones hay en el mercado en cuanto a cámaras termográficas, puesto que se trata de un producto que varía entre los 4.000 y los 15.000 euros. “Hay mucha variedad y tenemos que encontrar la que se adapte a nuestras necesidades”, apunta.

 

Optimizar recursos

 

En cualquier caso, el objetivo es automatizar muchos de los trabajos del ganadero, que habitualmente tiene que estar en contacto con el animal o llamar al veterinario para que lo evalúe. “En este caso, optimizamos recursos y ahorramos dinero al ganadero, porque el animal accede a diario a la máquina para poder alimentarse y el sistema toma la imagen, realiza las comprobaciones e informa al ganadero del estado del animal”, destaca Julián Sanz García.

 

Aunque las primeras pruebas se realizarán con cerdos, el sistema podría ser aplicable a otros animales. “Es tan sencillo como indicarle al sistema que envíe una alerta cuando un animal alcanza cierta temperatura, lo que se necesita es realizar un estudio previo de cuál es la temperatura media de ese animal”, señala el experto. La elección de los cerdos para esta fase experimental se debe a que ya en muchas explotaciones estos animales pasan de uno en uno por las máquinas para alimentarse, de manera que es más fácil controlarlos.