El Centro del Cáncer recibe 1'2 millones de euros para investigar el oncogén TC21
JPA/DICYT La Fundación Científica de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y la Fundación para la Investigación del Cáncer de la Universidad de Salamanca firmarán mañana un acuerdo de colaboración que supondrá el arranque de una investigación sobre el papel biológico del oncogén TC21, su validez como biomarcador y diana terapéutica y la posibilidad de desarrollar fármacos antitumorales a partir de los nuevos conocimientos que aporten estos estudios moleculares y clínicos. Los grupos de los científicos Xosé Bustelo y Alberto Orfao, del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca, en colaboración con Balbino Alarcón, del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, dispondrán de 1.200.000 euros gracias a la financiación de la Fundación de la AECC.
El CIC es el encargado de coordinar este proyecto, que parte de estudios anteriores realizados por estos investigadores y que ahora se denominará Importancia de la GTPasa oncogénica TC21 en procesos tumorigénicos. El proyecto, que está vinculado a la Red Temática de Investigación Cooperativa en Cáncer (RTICC), a la cual pertenecen los tres investigadores principales, ha sido otorgado gracias a la evaluación técnica llevada a cabo por la Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva (ANEP), según ha informado hoy el centro salmantino. Los resultados de estos estudios moleculares y clínicos den una visión global del papel biológico TC21 en cáncer, su validez como biomarcador y diana terapéutica y, finalmente, el descubrimiento de fármacos de utilidad anti-tumoral.
De la familia Ras
En el proyecto estará coordinado por Xosé Bustelo y en él participan tanto grupos de investigación básica como clínica básicos y clínicos en este proyecto, de manera que, de haber resultados positivos, se trasladarían con mayor rapidez al diagnóstico y tratamiento del cáncer. TC21 pertenece a la misma familia que Ras, el oncogén humano más frecuentemente hallado en cánceres humanos. Hasta este momento, diversas pistas apoyan un posible papel de TC21 en dicha patología, según los expertos que van a iniciar esta investigación. Por ejemplo, en algunas investigacionse se ha comprobado que la expresión de TC21 está alterada en algunos tumores como el de mama, esófago o los de células sanguíneas.
Por otra parte, diversos estudios moleculares han indicado que TC21 favorece la aparición de tumores cuando su función se altera a través de mutaciones genéticas. Pese a estas pistas previas, todavía se conoce muy poco acerca de su papel real en cáncer humano y sobre su potencial interés clínico y terapéutico. Para esclarecer la importancia de este gen en procesos cancerígenos, el proyecto de investigación quiere dar respuestas a cinco grandes preguntas.
Cinco grandes preguntas que responder
En primer lugar, cuál es el papel de TC21 en procesos oncogénicos. En segundo lugar, si TC21 podría ser interesante como diana terapéutica. En tercer lugar, cuáles son los mecanismos moleculares activados por TC21 que favorecen la aparición y la progresión del cáncer. En cuarto lugar, los científicos quieren saber si podría tener utilidad como biomarcador para diagnosticar o predecir el curso o tratamiento de cánceres concretos. Finalmente, la última pregunta será si es posible desarrollar nuevos fármacos capaces de inhibir la actividad de TC21 y, por tanto, de frenar
el cáncer.
¿Cómo tratarán de dar respuesta los diferentes grupos de investigación a estas preguntas? El trabajo con ratones modificados genéticamente para suprimir o activar el gen TC21 será la clave. De esta manera, se podrá conocer el papel de TC21 en la génesis y progresión del cáncer así como averiguar si la inhibición de esta molécula tiene alguna influencia. También de esta forma se podrá conocer la frecuencia de aparición de alteraciones en TC21 en diversos tipos de cáncer.
Las muestras del Banco Nacional de ADN
Estos estudios emplearán muestras del Banco Nacional de ADN, con sede en el propio Centro del Cáncer de Salamanca, y del programa de Bancos de Tumores de Red Temática de Investigación Cooperativa del Cáncer. A través de técnicas estructurales y bioinformáticas, los investigadores tratarán de identificar nuevos fármacos contra TC21 y, posteriormente, establecer su interés a nivel terapéutico.
¿Qué es un oncogén? |
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El cáncer puede originarse a partir de múltiples alteraciones genéticas, lo cual dificulta el desarrollo de nuevas terapias. Por eso, buena parte de la labor de los científicos que trabajan en este campo consiste en reconocer las alteraciones que tengan un papel determinante en el origen y el desarrollo de la enfermedad. Los científicos llaman oncogén a un gen mutado que es el responsable de la transformación de una célula normal en una cancerígena.
Hallar esas moléculas "pro-cancerígenas" conlleva aproximaciones multidisciplinares complejas que, a través del uso de diversas técnicas bioquímicas, moleculares y clínicas para saber cuál es la participación de cada gen en el proceso cancerígeno, así como su posible utilidad clínica como biomarcadores o dianas terapéuticas, es decir, como blancos que pueden ser sensibles a la acción de un fármaco.
La aportación de los científicos españoles en este campo de la investigación sobre cáncer ha sido muy destacada. El actual director del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, Eugenio Santos, y Mariano Barbacid, hoy en día director del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), fueron los descubridores del primer oncogen humano hace un cuarto de siglo. El TC21 pertenece a la familia Ras, los oncogenes hallados con mayor frecuencia en los tumores humanos.
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