Salud México , Distrito Federal, Lunes, 04 de enero de 2010 a las 16:52

Determinan que la fibrosis pulmonar no es una enfermedad de origen inflamatorio

Ocurre por una comunicaci贸n anormal entre c茅lulas epiteliales y fibroblastos, consideran expertos mexicanos

UNAM/DICYT La fibrosis pulmonar idiopática es una enfermedad progresiva, irreversible y letal a corto plazo; poco puede hacerse cuando es diagnosticada porque no se sabe cómo se genera ni cómo tratarla, y la media de sobrevida, es de alrededor de tres años Por ello, especialistas de la Facultad de Ciencias (FC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dirigidos por la coordinadora de Estudios de Posgrado, Annie Pardo Cemo, en colaboración con el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), se han abocado al estudio de la patogénesis de ese padecimiento para entender los mecanismos moleculares involucrados en su desarrollo.


Los expertos plantean que ocurre por una comunicación anormal entre células epiteliales y fibroblastos, y no por un proceso inflamatorio, como sucede en la mayoría de las afecciones que pueden producir fibrosis.
La fibrosis provoca la destrucción progresiva de las unidades alvéolo-capilares, zona donde se produce el intercambio de gases, es decir, donde entra el oxígeno, se une a la hemoglobina y, a través de la circulación, se dirige a los tejidos, explicó la universitaria. Estas cicatrices son similares a las que se desarrollan en una herida de la piel, pero las fibras que se forman durante la cicatrización, en vez de llegar a un punto límite, se empiezan a hacer más y más grandes e interfieren con la función respiratoria.


“La respuesta fibrosante puede afectar a diferentes órganos como el pulmón, hígado y corazón. En condiciones normales, la cicatrización dura un tiempo determinado y se controla, pero en ciertos procesos patológicos, continúa y no se detiene, eso es lo que estudiamos”, detalló.


La fibrosis pulmonar es resultado de muchas afecciones intersticiales pulmonares término común para designar a más de 200 males crónicos que dañan al aparato respiratorio. Existen individuos susceptibles a los antígenos de aves (palomas, pericos o canarios, entre otras), que desarrollan enfermedad inflamatoria en ese órgano, denominada neumonitis por hipersensibilidad, ejemplificó.


Esos padecimientos son tratados con esteroides y otros medicamentos inmunosupresores, pero algunas personas no responden favorablemente y desarrollan fibrosis, dijo. Como ésta, hay distintas enfermedades reumatológicas que afectan al pulmón y pueden derivar en fibrosis, como la artritis reumatoide y la esclerodermia; “sin embargo, la peor de todas es la fibrosis pulmonar idiopática”, subrayó.


Se le denomina “idiopática” porque se desconocen sus causas. Es crónica-degenerativa, asociada al envejecimiento, por lo que se registra con mayor frecuencia entre adultos mayores. “En general, se presenta en mayores de 50 años, y su pico máximo se observa alrededor de los 65, y es más habitual en hombres”, explicó. Además, no existe tratamiento, no responde a los esteroides u otro tipo de medicamentos, y después de diagnosticada, tiene un alto índice de mortalidad.


Comunicación anormal entre células epiteliales y fibroblasto

 

Uno de los aportes importantes de Pardo Cemo, en colaboración con Moisés Selman del INER, fue la elaboración de una hipótesis relacionada con la patogénesis de la enfermedad, en la que se propone que ésta ocurre por una comunicación anormal entre células epiteliales y fibroblastos (los responsables de producir las cicatrices), y no por un proceso inflamatorio, como ocurre en la mayoría de las afecciones que pueden producir fibrosis.


Una de las bases de esta suposición fue que los pacientes no responden a los medicamentos antiinflamatorios, puntualizó. Esta teoría ha tenido, en consecuencia, la creación de una nueva rama de investigación a nivel internacional, porque en los datos clínicos y evidencias experimentales existían cosas que no coincidían.


“Hemos estudiado aspectos relacionados con la patogénesis de la fibrosis, particularmente un grupo de enzimas, las metaloproteasas de matriz –proteínas capaces de degradar, romper y absorber estas fibras—, para entender cuál es su papel dentro de la patología”.


Sin embargo, aún no existe un tratamiento, pero se intenta combatir con otro tipo de fármacos que ataquen no a las células inflamatorias, sino directamente a los fibroblastos, acotó. Quizá esta enfermedad no necesite un solo medicamento, sino un tratamiento combinado, porque es tan complejo como el cáncer, concluyó.