Alimentación España Ponferrada, León, Viernes, 11 de junio de 2010 a las 19:18

La Ciuden comenzará el 21 de junio pruebas sísmicas en la zona donde ubicará la planta de almacenamiento

Será el primer trabajo científico sobre el terreno en Hontomín (Burgos)

Antonio Martín/DICYT La Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden) comenzará el 21 de junio las primeras pruebas sobre el terreno en la zona donde se emplazará la futura planta de almacenamiento de CO2, en Hontomín (Burgos), denominadas sísmicas de tres dimensiones. El trabajo servirá para tener un punto de partida para las experimentaciones futuras, una especie de estado cero con el que comparar la situación del subsuelo cuando se empiece a inyectar dióxido de carbono. Estas pruebas tendrán su continuación con sondeos de hasta 1'5 kilómetros de profundidad para comprobar la estructura del subsuelo, que más tarde albergarán hasta 100.000 toneladas de CO2.

 

Los trabajos de investigación tratarán de caracterizar desde la superficie la información del subsuelo del lugar donde se instalará la futura planta experimental de almacenamiento de la Ciuden, hasta los 1.500 metros de profundidad donde se instalará "el laboratorio subterráneo". Las investigaciones se basan en envíos de sondas sísmicas que funcionan "como un TAC en un hospital", indica a DiCYT Modesto Montoto, director del programa de Almacenamiento Geológico de la Ciuden. A partir de la emisión de estos sonidos, los geólogos podrán conocer como está estratificado el subsuelo de esta zona. La imagen que se proporcionará será tridimensional.

 

Los investigadores, antes de realizar las primeras acciones, quieren contar con información previa. La "baseline", como la denomina Montoto, comprende las emisiones actuales de CO2 en Hontomín, las características geológicas y el régimen hidrogeológico. Este último punto tiene gran importancia. "El agua es un fluido más y se mueve por todo el ámbito geológico, y, por lo tanto, si introducimos otro fluido, puede seguir sus mismos caminos. Uno de los criterios que contemplan los expertos es encontrar agua salobre, porque "supondrá que no ha entrado en contacto la superficie", y por lo tanto no existen fugas.

 

La investigación no parte de cero. Existen instituciones públicas y privadas que ya han revisado la zona. Por su interés petrolero, a mediados del siglo XX se realizaron una serie de investigaciones por parte del IGME (Instituto Geológico y Minero de España), el CSIC y el Ciemat. La Ciuden también a acudido a la información de organizaciones privadas como Shesa (Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi, SA) o la compañía petrolífera Sedano Gas and Oil, una "película" de la información geológica de esta zona geológica vascocantábrica.

 

Técnica no destructiva

 

La sísmica en tres dimensiones (3D) es una técnica "no destructiva por ondas". Consiste en realizar perforaciones a poca profundidad, entre seis y ocho metros, y realizar detonaciones o vibraciones. Esta información se recoge con geófonos y se conoce la estructura del subsuelo. Esta operación se repetirá sistemáticamente en una cuadrícula ya sistematizada. El trabajo de campo durará un mes y medio. La Ciuden ha solicitado a la empresa francesa que realizará la actividad, unos primeros resultados nada más concluya esta fase. El procesado de los datos, no obstante, proseguirá durante unos meses.

 

La Ciuden pretende comenzar las perforaciones para la futura planta "a principios del año 2011" y el lugar preciso está casi determinado: "Vamos muy sobre seguro", indica Montoto. Con las perforaciones se pretende tener acceso al subsuelo profundo hasta la profundidad deseada, los 1.500 metros. A través de estos sondeos se analizarán las rocas que servirán como sello del CO2 para conocer su permeabilidad o porosidad. También se estudiará el estado del estrato donde se almacenará el dióxido de carbono. "El CO2 no es estático, sino que en el momento que entra en contacto con las aguas salobres profundas, se va disolviendo y aumenta su densidad, por lo que se hunde". También puede formar sólidos nuevos al colocarse entre los poros de la roca, a través de unos procesos de atrapamiento capilar; o reacciona con los minerales y forma sólidos nuevos.

 

Hay que recordar que el programa de Almacenamiento de CO2 pretende establecer una zona de ensayos a escala 1:1 de los futuros procesos industriales de almacenamiento que se pueden desarrollar con la información generada con este tipo de experimentación científica. La zona elegida es de carácter petrolero, esto es, presenta una serie de características beneficiosas para albergar en su interior fluidos como el dióxido de carbono, estanqueidad y una cubierta impermeable, "para garantizar que lo que se inyecte no se escape". La planta de investigación pretende insertar en el subsuelo 100.000 toneladas de CO2, una cantidad muy reducida de este gas de efecto invernadero en comparación con un proceso industrial.