Estudian el desarrollo del sistema nervioso como base para futuras terapias regenerativas
JPA/DICYT Marian Martínez Balbás, investigadora del Instituto de Biología Molecular, centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ubicado en Barcelona, ha explicado hoy en Salamanca el trabajo de su grupo de investigación acerca del desarrollo del sistema nervioso en sus primeras fases. En concreto, estudian el papel de la cromatina, sustancia que se encuentra en el núcleo de las células, en el momento en el que éstas se diferencian, es decir, cuando adquieren las características que las convierten en cada uno de los diferentes tipos de células del sistema nervioso, como los diferentes tipos de neuronas que existen. Aunque se trata de una investigación de carácter básico, puede aportar conocimientos útiles para que en un futuro se pueden desarrollar terapias regenerativas para tratar algunas patologías.
La investigadora ha visitado hoy el Instituto de Microbiología Bioquímica de Salamanca, puesto que comparte el interés con alguno de sus científicos en el estudio de la cromatina, aunque en proyectos diferentes. "La cromatina es el soporte del material genético, permite almacenar los casi dos metros del ADN que tienen las células en el interior del núcleo y tiene un papel regulador muy importante en todos los procesos que van a ocurrir en el núcleo, la replicación del ADN, la transcripción, la reparación de los genes cuando hay un daño, la recombinación...", ha explicado Martínez Balbás en declaraciones a DiCYT. Comprender su papel en estos procesos es importante y su grupo de investigación lo aplica en el caso del desarrollo del sistema nervioso.
"Estudiamos cómo la cromatina determina que algunas células adquieran características específicas para convertirse en un determinado tipo de células del sistema nervioso", apunta. Esto ocurre en el tubo neural, "la primera estructura que se forma a lo largo del desarrollo y que va a dar lugar a todo el sistema nervioso de un organismo adulto". En los primeros momentos está formado sólo por células multipotentes, los neuroblastos, células que pueden dar lugar a todas las demás del sistema nervioso: neuronas, astrocitos y otras células de la glía.
Entender los mecanismos
"En las primeras etapas sufre muchas transformaciones para multiplicarse y diferenciarse a todos los tipos que van a formar el sistema nervioso de un organismo adulto", asegura. Algunos fallos en este proceso son responsables de muchas enfermedades. Pero lo más importante es que "si comprendemos los mecanismos a través de los cuales estos neuroblastos van a dar lugar, por ejemplo, a motoneuronas o neuronas sensitivas, vamos a poder jugar con estos factores determinantes para realizar medicina regenerativa en el caso de un daño en la médula espinal". Así, si la Ciencia es capaz de generar motoneuronas, células responsables del movimiento, se podría recuperar el movimiento de ciertos órganos. En cualquier caso, la experta advierte de que "esto está muy alejado de las posibilidades terapéuticas actuales, pero puede ser importante para el futuro".
El trabajo del Instituto de Biología Molecular se lleva a cabo con un modelo de embrión de pollo poco frecuente en investigación, pero muy apropiado "porque es un vertebrado muy manipulable, ya que está en el huevo, es fácil acceder al embrión en desarrollo y manipularlo". señala. Los mecanismos que conducen a controlar todos los procesos de proliferación y diferenciación en el sistema nervioso de este modelo son semejantes a los que ocurren en otros vertebrados, con lo cual los resultados pueden ser fácilmente extrapolados, según explica.