La presencia de bacterias modifica la virulencia de las amibas
Agencia ID /DICYT En México, la mayoría de la población es portadora de amibas, y aunque no en todas las personas se manifiesta la enfermedad por estos patógenos, es posible transmitirlos. En la actualidad cuando se diagnostica al paciente con amibiasis se le da un tratamiento específico contra el microorganismo, pero una reciente investigación nacional asegura que ese método no es suficiente.
El estudio Entamoeba histolytica utiliza las respuestas celulares iniciadas por la interacción bacteria-célula epitelial para incrementar su efecto citopático, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Unidad Zacatenco, indica que para el diagnóstico de una persona con amibiasis se debe tomar en cuenta la presencia de otras bacterias enteropatogenas, pues éstas inician el proceso inflamatorio en el huésped (la persona) y después desencadenan la amibiasis.
El doctor José Manuel Galván Maroyoqui, especialista en el campo de la amibiasis, explicó que este trabajo demostró que las bacterias favorecen a que las amibas adquieran un comportamiento agresivo. “Lo que queríamos saber es por qué se presentaba esta acción para atacar el problema, con el fin de prevenir infecciones mixtas que podría ser el detonante para que se manifieste la virulencia de las amibas”.
Otra parte del estudió realizado por el Cinvestav fue referente a la manifestación de unas personas y lo asintomático de otras. La respuesta es que aquellos individuos que manifiestan la enfermedad, además de ser portadores del parásito, tienen asociada alguna bacteria enteropatógena como podría ser la shigella, ETEC o EPEC que “activa” al patógeno.
Esta investigación, que fue galardonada en la Categoría Joven del Premio Jorge Rosenkranz, uno de los principales a nivel nacional en medicina, demostró que la presencia de bacterias en el organismo humano modifican la virulencia de las amibas y también sensibiliza las células intestinales.
Con dichos resultados, el punto siguiente del trabajo, comentó Galván Maroyoqui, será cómo modular e inhibir a las bacterias en una infección mixta a fin de que las amibas no presenten mayor virulencia y efecto sobre las células intestinales, lo que desencadena la amibiasis.
Esta investigación dio a conocer que las bacterias sensibilizan el epitelio intestinal y facilitan la adhesión de las amibas sobre las células intestinales. “Encontramos que a mayor cantidad de receptores tipo Toll en la superficie de las células intestinales, las amibas se adhieren mejor y causan más daño en las células epiteliales, lo cual es facilitado por la presencia de las bacterias enteropatógenas, y propicia un ambiente atractivo para que se manifieste la amibiasis”, detalló el especialista del Cinvestav.
Al adherirse las amibas a las células intestinales pueden causar inflamación, y este efecto se incrementó cuando hay presencia de bacterias. También se dio a conocer que en estos procesos la lectinas Gal/GalNac de las amibas tienen un papel importante que induce una respuesta de tipo inflamatorio, además de su participación en el proceso de adhesión sobre las células.
Ante estos hallazgos, la investigación busca modular la respuesta inflamatoria del intestino con el fin de prevenir la presencia de bacterias enteropatogenas o la unión de las amibas en la célula epitelial.
El experto del Cinvestav explicó que con estos hallazgos, se podría pensar en una estrategia para bloquear la unión entre la amiba y la célula epitelial durante la infección mixta, con lo que disminuiría el estado inflamatorio de los pacientes y la amibiasis no podría manifestarse.
La investigación contó con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, el Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal y el propio Cinvestav. Además de la participación de la doctora Isaura Meza, de esta última institución.