Buenos resultados en neurorregeneración con hormona del crecimiento
JPA/DICYT Jesús Devesa Múgica, catedrático de Fisiología de la Universidad de Santiago, ha explicado hoy en Salamanca cómo su trabajo en el ámbito de la neurorregeneración está proporcionando importantes avances para la rehabilitación de los pacientes neurológicos de diversa índole gracias al tratamiento con hormonas del crecimiento y melatonina. Los resultados obtenidos indican mejorías en casos tan variados que van desde parálisis cerebral infantil hasta traumatismos craneoencefálicos, ictus o lesiones medulares e incluso algunas demencias gracias a la estimulación de la formación de células madre neurales. Sin embargo, harían falta grandes ensayos clínicos para constatar la validez del método que, por el momento, no se pueden hacer por falta de presupuesto.
Devesa ha explicado en declaraciones recogidas por DiCYT momentos antes de que ofreciese una conferencia en el Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl) que, a pesar de ser fisiólogo, sus investigaciones en el campo de las Neurociencias tienen origen en una circunstancia familiar: un grave accidente de su propio hijo. Gracias a los más de 30 años de investigación sobre hormona del crecimiento y su aplicación a este campo, se recuperó totalmente y ahora "trabaja en nuestro laboratorio en la formación de células madre en el cerebro y cómo se puede modular dicha formación".
Después de seis años de experiencia en el tratamiento de estos pacientes, el proyecto que lidera Devesa ha logrado "un alto porcentaje de éxito", lo cual significa que "en el 90% de los casos se logran mejorías que suponen una mejora importante en su calidad de vida". En estos momentos, hay 180 pacientes tratados de forma directa y otros tantos de forma indirecta a través de convenios con instituciones nacionales (Madrid y Canarias) y de varios países (Noruega, Italia, Francia, Bolivia, Argentina, Uruguay, Estados Unidos y México). Además, Jesús Devesa ha sido galardonado con 19 premios de investigación y es autor de 123 publicaciones en revistas científicas de ámbito nacional e internacional.
Hasta que decidió aplicar el tratamiento en el caso de su propio hijo, la hormona del crecimiento se había utilizado en animales de experimentación. "La base de la recuperación nació de forma empírica, no había un criterio científico claro para establecer qué se podía hacer, así que utilizamos factores de crecimiento neuronal, factores neuroprotectores, y todo sumado con fisioterapia, logopedia, neuroestimulación, estimulación visual y terapia ocupacional", señala. En definitiva, "el tratamiento médico por sí solo hace poco y el tratamiento rehabilitador por sí solo también hace poco, creo que es la combinación de ambos factores lo que lleva a los resultados que estamos obteniendo".
Proliferación de células madre neurales
Las investigaciones con hormona del crecimiento en animales de experimentación ya demostraban "el papel tan importante que la hormona juega como neurorregenerador a través de la inducción de proliferación de células madre neurales y su supervivencia una vez que se transforman en neuronas". Por su parte, la melatonina, por vías distintas, actúa igual, aunque la hormona es más potente como neurorregenerador y la melatonina, más potente como neuroprotector, ha explicado el experto. Además, cuanto más joven es el paciente mayor es la capacidad que el cerebro tiene de recuperar funciones perdidas gracias a la formación de nuevas neuronas.
Tanto en España como en Costa Rica ya se está utilizando esta terapia en demencias de tipo vascular y pacientes con alzhéimer. "Cuando el proceso es incipiente las respuestas son buenas y rápidas, pero no sabemos hasta dónde se va a llegar", comenta Devesa, aclarando que no es experto en este campo. En otras demencias, como la frontotemporal, los investigadores comprobaron que en dos casos no funcionó. En cambio, en la parálisis supranuclear progresiva se detuvo la progresión de la enfermedad y se recuperaron funciones en dos pacientes de edad avanzada, que "volvieron a hablar y a tener mímica facial y uno de ellos incluso volvió a andar".
Falta de más ensayos clínicos
Por el momento, estos ensayos se realizan en el marco de la fundación Foltra, que puso en marcha el propio Jesús Devesa y no han dado el salto a la sanidad pública. "El primer problema es que no hay un gran ensayo clínico que demuestre fehacientemente lo que estamos haciendo porque la patente de la hormona expiró hace cinco años y los laboratorios buscan la rentabilidad de sus productos", de manera que "si la patente está vencida, cualquier laboratorio que se metiese a financiar un estudio así y lograse resultados positivos, temería que otro laboratorio pudiera fabricar la hormona y sacar rentabilidad sin haber hecho ninguna inversión en el ensayo".
En el momento en el que haya un ensayo clínico "en condiciones", declara, la sanidad pública podría plantearse utilizar este tratamiento, pero el problema es que el coste de la hormona es muy alto, "está sobredimensionado", opina, y, si se aplicara forma masiva "la sanidad pública se colapsaría" por falta de presupuesto. Como media, el coste de la hormona de crecimiento es de 30 euros el miligramo. "Un miligramo es una dosis estándar diaria y hay que tener en cuenta que en España hay unos 4 millones de discapacitados y unos dos millones podrían beneficiarse de este tratamiento", estima el especialista.
Devesa ha comentado que "foltra" fue la primera palabra que pronunció su hijo cuando salió del coma tras el accidente que sufrió y que repetía constantemente sin que tenga un significado conocido. A partir de ahí, con esas letras le dieron nombre a la futura fundación, transformando Foltra en "Fe, Optimismo, Lucha y Trabajo".