Salud España , Salamanca, Viernes, 07 de enero de 2011 a las 17:43

El IBFG mantiene más de medio centenar de proyectos de investigación nacionales e internacionales

El centro afronta un año decisivo con el traslado a su nueva sede

JPA/DICYT El Instituto de Biología Funcional y Genómica (IBGF), nueva denominación de lo que hasta ahora era el Instituto de Microbiología Bioquímica (IMB), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Salamanca, afronta un año decisivo con el traslado a su nueva sede y las posibilidades de ampliación que esto conlleva. Por el momento, el IBGF está inmerso en 56 proyectos de investigación nacionales e internacionales relacionados con el genoma.

 

De ellos, la mayor parte se corresponden con proyectos en ejecución de carácter nacional, en concreto, 35 que financian distintos programas del Ministerio de Ciencia e Innovación y otros organismos y que en muchas ocasiones suponen establecer colaboraciones con otros equipos españoles. Estudios del ciclo celular, el daño en el ADN o sobre hongos componen la mayor parte de estos proyectos. A estos proyectos hay que añadir otros 16 con financiación autonómica, que tratan de realizar aportaciones en el campo de las células madre tumorales, las levaduras o los antibióticos, entre otros muchos temas.

 

Por su parte, la Unión Europea financia cuatro proyectos de investigación del Instituto de Biología Funcional y Genómica sobre producción de enzimas, genómica de hongos, terapias antifúngicas y hongos patógenos. Además, hay otra colaboración internacional para el estudio del proceso de separación celular de la levadura Schizosaccharomyces pombe con científicos de Hungría.

 

El centro está compuesto por 17 grupos de investigación englobados en tres unidades fundamentales. La primera de ellas es la de Morfogénesis de eucariotas inferiores y trata de conocer por qué una célula tiene una determinada forma y estructura. Este conocimiento tiene interés aplicado porque se ocupa, entre otras cosas, de las paredes celulares de los hongos, que pueden ser una diana para encontrar agentes antifúngicos.

La segunda unidad es la de Dinámica y regulación del genoma, que se ocupa de la línea de investigación más básica, puesto que trabaja en mecanismos como la replicación del ADN en la célula y también tiene como modelo hongos y levaduras. Finalmente, la tercera unidad es la de Biotecnología de los microorganismos y pretende aproximarse a problemas biotecnológicos y, de hecho, alguno de los grupos tiene relación con la industria alimentaria. También se estudian los mecanismos de producción de antibióticos o la patogénesis de ciertos hongos.

 

Entre todas ellas firmaron en 2010 un total de 26 artículos en revistas científicas nacionales e internacionales, según la información disponible en la web del IBFG y recogida por DiCYT. Se trata de una cifra muy superior a la del año anterior, que se quedó en 17, aunque mantiene la media de los últimos años.

 

Los científicos que integran estos equipos se trasladarán en breve al nuevo edificio, ubicado junto al Instituto de Neurociencias de Castilla y León, para abandonar su actual ubicación en el Edificio Departamental del Campus Miguel de Unamuno de la Universidad de Salamanca.