Una empresa vallisoletana trabaja en un sistema automático para inspeccionar el estado de las carreteras
Cristina G. Pedraz/DICYT La Red de Carreteras del Estado está compuesta por unos 25.000 kilómetros de infraestructuras viarias que deben ser revisadas periódicamente. En la actualidad, la forma en la que se detectan baches, grietas u otros defectos se realiza de forma bastante manual, a cargo de un técnico que recorre las carreteras anotando los fallos que encuentra. Con el objetivo de mejorar la eficiencia en el proceso y la seguridad de las personas que se encargan de esta tarea, la empresa vallisoletana Collosa trabaja en un proyecto sobre auscultación de carreteras, cuyo fin es implementar las distintas tecnologías existentes para automatizar el proceso.
Carlos García y Cristina Pardo, investigadores del Servicio de I+D+i de Collosa, han explicado a DiCYT que el propósito de automatizar este proceso es, principalmente, “evitar la subjetividad del ojo humano, que es el que ahora mismo está haciendo las auscultaciones”. En estos momentos existen en el mercado diversas tecnologías (visión artificial, tecnología láser o GPS) para realizar la auscultación, aunque cada una de ellas “mide un parámetro distinto de la carretera”, como el Coeficiente de rozamiento transversal (CRT), las fisuras, el estado de la señalización horizontal o el Índice de Rugosidad Internacional (IRI).
Los investigadores pretenden integrar todos estos equipos comerciales en un solo sistema. De esta forma, se busca que “un vehículo con una sola pasada y a velocidad de crucero, a unos 60-70 kilómetros por hora para no interferir en el tráfico rodado de una carretera, proporcione la suficiente información como para determinar el estado de la vía”. Así, se prevé que la información obtenida sirva a las direcciones de carretera o de obra encargadas de la conservación “para decidir si hay que acometer una actuación o no, realizar un refuerzo, reparar una barrera o pintar”.
Caracterización de defectos
El proyecto, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación (Micinn), plantea como objetivo general el desarrollo de un nuevo sistema de auscultación de carreteras basado en la integración de diversos equipos de medición y captura de imágenes de carreteras, el desarrollo de un software que gestione la adquisición y consulta de ese tipo de datos y el desarrollo de un sistema informático capaz de detectar automáticamente zonas de posible defecto mediante el procesado de la información adquirida.
Del mismo modo, se plantea la posibilidad de definir y caracterizar los defectos susceptibles de aparición en las carreteras, especialmente los de mayor interés (por su frecuencia de aparición o por su importancia de cara a una intervención); el estudio en profundidad de la problemática de la iluminación sobre los distintos tipos de firme objeto de estudio, el diseño de un sistema de inspección mediante visión artificial, constituido por las fuentes luminosas y los sensores, o el análisis de la adquisición de señales digitales de vídeo, su resolución y la exactitud de las medidas tomadas, entre otros aspectos.
La parte más novedosa desde el punto de vista tecnológico, según la información de Collosa, es la obtención de un sistema de procesamiento y análisis de imágenes de firmes que permita detectar y caracterizar defectos automáticamente. Optimizar este tipo de tareas supone alargar la vida útil de las carreteras a la vez que se mantienen unos niveles de servicio adecuados para los usuarios.
Por el momento, detallan los investigadores, se ha profundizado en la integración de sistemas de dos dimensiones para realizar la clasificación de defectos de forma automática (defectos longitudinales, transversales, mallas rotas…). Tras comprobar el potencial que existía en este campo, continúan su trabajo para desarrollar una herramienta modular que permita integrar distintos sistemas en función de los parámetros que se quieran medir y, a partir de estos datos, dar unas pautas para actuar tanto a nivel de empresa como a nivel de administración.