Nutrition Spain , León, Friday, May 06 of 2011, 14:46

La biotecnología, ¿una alternativa?

Un experto cree que hay que conocer el coste ambiental en la industria para saber si es más rentable usar métodos convencionales o biotecnológicos

Antonio Martín/DICYT ¿Son realmente rentables los procesos industriales y de extracción de recursos que de forma convencional empleamos? El investigador del Centro de Investigaciones Biológicas José Luis García López cree que hay incluir un factor más para saber si estas actividades económicas son beneficiosas: el coste ambiental. "A lo mejor, de este modo, podemos observar que es más rentable la biotecnología", explica el experto, que hoy acude al ciclo ConCiencia que organiza la Asociación de Biotecnólogos de León (ABLE). García López afirma que la tecnología basada en la biología contribuye a diferentes aspectos medioambientales como la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera por la producción de biocarburantes o en la producción de bioplásticos.

 

"El escenario ambiental puede ser muy amplio", explica a DiCYT el investigador, que pertenece al grupo de Biotecnología medioambiental del Centro de Investigaciones Biológicas (CSIC). Para el experto, la biodiversidad puede contribuir de tres maneras a las actividades humanas. "Uno es el uso de esta biodiversidad del planeta, en la obtención de nuevos medicamentos, nuevas variedades de alimentos o nuevas enzimas de carácter industrial, para detergentes, por ejemplo". Otro caso es para la caracterización de esta biodiversidad, mediante técnicas novedosas como el PCR. El tercer escenario es la preservación de especies, por medio de métodos como los bancos de germoplasma.

 

Pero la biotecnología puede contribuir en otros aspectos, muy diversos. "Como la química verde, que supone el uso de procesos de biotransformación como la biocatálisis". En vez de reacciones químicas agresivas con la naturaleza, en esta opción se emplean enzimas a temperatura ambiente que resultan menos contaminantes". O en aplicaciones como la biominería, en la que microorganismos permiten la extracción de metales, como el cobre. O la conocida contribución del etanol, butanol, biogás o biodiésel. Otra opción biotecnológica que es respetuosa con el medio ambiente es la biorremedación, con la que se pretende, precisamente, remediar un problema medioambiental usando microorganismos. Por ejemplo, bacterias o plantas que literalmente se comen un vertido contaminante.

 

Algunos de estos procesos biotecnológicos son conocidos por el ser humano desde hace tiempo, pero no son muy empleados. Es el caso de la biominería. "El proceso de extracción por medio de microorganismos es antiguo, ya se ha empleado en España, por ejemplo, en Río Tinto, o en la extracción de uranio en Juzbado (Salamanca)", relata el experto. García López reconoce que la biominería es un proceso "lento" respecto al convencional, "pero en grandes superficies es rentable", como en el caso de la extracción a cielo abierto de cobre en Chile. "También lo es en reactores más pequeños que permiten extraer metales muy valiosos como el oro, como se hace en China".

 

La biominería emplea microorganismos que reducen los metales contenidos en piedras, liberándolos de este modo. "Se pasa así de cobre oxidado a cobre metálico". El proceso de oxidorreducción se puede hacer, y se realiza de hecho, con herramientas químicas, "pero si empleamos una opción biológica en vez de substancias químicas agresivas, seremos más respetuosos con el medio ambiente". El especialista considera que el principal problema es que "no tiene en cuenta el valor ambiental de los procesos, no se aplica el cálculo del coste ambiental que puede ocasionar un proceso convencional". Por este motivo, considera García López, "es importante que la percepción social sea permeable a la toma en consideración del medio ambiente".


Líneas de investigación

 

En su grupo de investigación, José Luis García López trabaja, en líneas generales, en la búsqueda de mejoras de microorganismos para aplicaciones ambientales. En este sentido, trabaja en varios frentes. Uno es en el desarrollo de bioplásticos. Otro es en biodesulfuración, la eliminación de azufre del petróleo por métodos biotecnológicos. También en la modificación y mejora de microorganismos útiles en biorremedación, como los fenoles. Aunque su grupo realiza una investigación básica, también se producen colaboraciones con el mundo de la empresa hacia el que se realizan actividades de transferencia de tecnología. Algunas de las compañías con las que ha colaborado son Abengoa, Repsol y Antibióticos de León.

 

Recientemente, el grupo de Biotecnología medioambiental ha obtenido avances en la producción de bioplásticos denominados polihidroxialconatos, sintetizados por diferentes géneros de bacterias, como Pseudomonas putida. Estos bioplásticos son empleados en ámbitos como la Medicina, para suturas, o en envases, como bolsas. La principal ventaja frente a los plásticos convencionales es la degradabilidad. "Estos bioplásticos son elementos nutritivos de reserva de las bacterias, por lo que cuando se convierten en residuos sirven como alimento en el medio ambiente para las bacterias", explica el científico.