El Instituto de Recursos Naturales obtiene cuatro proyectos dentro del programa Innpacto
CGP/DICYT El Instituto de Recursos Naturales y Medio Ambiente (Irena) de la Universidad de León ha logrado la concesión de cuatro proyectos del subprograma Innpacto del Ministerio de Ciencia e Innovación (Micinn) en la convocatoria de 2011. Esta iniciativa está dirigida a organismos de investigación y empresas para la realización conjunta de proyectos de I+D+i, en los cuales tienen que existir al menos dos participantes, un presupuesto mínimo de 700.000 euros y una participación de centros de investigación del 20 por ciento y por parte de las empresas de un 60 por ciento. Los proyectos financiados son experimentales y tienen una duración mínima de dos años y máxima de cuatro.
El Irena, a través del grupo de Ingeniería Química y Ambiental Bioprocesos de la Universidad de León, presentó cuatro solicitudes a esta convocatoria y los cuatro han sido aprobados finalmente. Los proyectos conllevan la colaboración con empresas de primer nivel como Acciona, Biomasa del Guadalquivir, Bodegas Torres y Mecanotaf y Fertiberia. Este grupo multidisciplinar en el que trabajan ingenieros químicos, agrónomos, industriales y de minas, así como licenciados en biólogía, química, biotecnología y ciencias ambientales, desarrolla su labor investigadora en el Instituto de Recursos Naturales y Medio Ambiente y de los proyectos aprobados, dos son en el ámbito de bioprocesos energéticos, uno es de aprovechamiento térmico de biomasa y residuos y otro se desarrolla en el ámbito de los biofertilizantes.
Según destaca Antonio Morán, director del Instituto, la concesión de estos proyectos “confirma la trayectoria de colaboración universidad-empresa que caracteriza la labor de investigación y desarrollo tecnológico de este grupo de la Universidad de León”, una vinculación que demuestra que las alianzas entre universidad y empresas en investigación “no son tan escasas como a veces se supone a nivel regional, existiendo además una interdisciplinariedad de las metodologías de trabajo y donde se incorporan criterios de resultados de la trasferencia de conocimiento en el sistema de financiación de las universidades”.
Proyectos seleccionados
Respecto a los proyectos seleccionados, la empresa Acciona está vinculada a uno de ellos que tiene como objetivo desarrollar una estrategia sostenible para aumentar la producción de biogás en la digestión anaerobia, a partir de lodos de depuradora de aguas residuales. En este proyecto, dirigido por la profesora Xiomar Gómez, se desarrollará una labor inicial en las plantas experimentales del Irena y posteriormente se diseñará y construirá una planta de demostración en una depuradora de la empresa. El otro proyecto relacionado con los bioprocesos energéticos pretende optimizar el funcionamiento de una planta modular de tratamiento de co-digestión anaerobia de Forsu y residuos de mercados, y posiblemente otros tipos de residuos que funciona en fase sólida en discontinuo. Para ello se basará en el diseño de la planta piloto que tiene en funcionamiento la Universidad de León de estas mismas características y se rediseñará y construirá un módulo de tratamiento con otras características que mejore el sistema de alimentación. Este proyecto está dirigido por Antonio Morán y se desarrolla con la empresas Biomasa del Guadalquivir y Bioenergía y Desarrollo Tecnológico.
El proyecto del sector térmico tiene como objetivo general el desarrollo de una planta de pirolisis de residuos leñosos para la aplicación del “biochar” al suelo a escala demostración. Este estudio se llevaría a cabo con biomasa del sector vitivinícola, aunque se pretende que la planta se pueda extrapolar a otros tipos de residuos. Este proyecto está dirigido por la investigadora de la Universidad de León Marta Elena Sánchez y se llevará a cabo en colaboración con las empresas Bodegas Torres y Mecanotaf.
Por último, el proyecto del ámbito de los biofertilizantes tiene como objetivo diseñar y desarrollar nuevos fertilizantes para la agricultura que mejoren la eficiencia del uso del nitrógeno y del fósforo por los cultivos, para conseguir un incremento de la productividad agraria y una minimización del impacto ambiental asociado al uso de abonos. Este trabajo está dirigido por Fernando González-Andrés y se desarrolla en colaboración la empresa Fertiberia, la Universidad de Salamanca y el CSIC, según la información de la Universidad de León recogida por DiCYT.