Alimentación España , Madrid, Miércoles, 11 de julio de 2012 a las 18:08

Científicos del CSIC consiguen criar en cautividad una lapa mediterránea en peligro de extinción

Una docena de crías de 'Patella ferruginea' se desarrolla con normalidad en un laboratorio del CSIC tras nacer por fecundación artificial

CSIC/PAD/DICYT Un proyecto liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha logrado reproducir en condiciones de laboratorio, mediante fecundación artificial, ejemplares de la lapa ferrugínea (Patella ferruginea), especie de molusco marino del Mediterráneo en peligro de extinción. Durante los experimentos, los investigadores consiguieron observar todo el desarrollo embrionario y larvario de esta lapa hasta superar el paso de las larvas planctónicas a juveniles reptantes, la fase más crítica y delicada de su crecimiento. En estos momentos una docena de ejemplares se desarrollan con total normalidad en un laboratorio del CSIC.


La Patella ferruginea es el primer invertebrado y la primera especie marina para la que se ha desarrollado en España una estrategia de conservación. Se trata de un molusco gasterópodo, cuya distribución hace un siglo abarcaba la mayor parte de las regiones costeras de la Península Ibérica y de casi todo el litoral del Mediterráneo occidental, pero que actualmente se ha reducido tanto que está catalogada como especie en peligro de extinción desde 1999.


“El objetivo general del proyecto es intentar conseguir la recuperación de la especie mediante el estudio de sus aspectos biológicos básicos, en particular, de su biología reproductora, el análisis de la estructura poblacional y su conectividad genética, y la obtención de juveniles en condiciones de laboratorio para restaurar poblaciones que se hayan visto afectadas por catástrofes naturales o de origen humano”, explica la investigadora del CSIC, Annie Machordom, del Museo Nacional de Ciencias Naturales.


Fecundación en laboratorio


En condiciones naturales, Patella ferruginea se reproduce sólo una vez al año. La época de reproducción comienza con el descenso de la temperatura del agua, entre agosto y septiembre, y concluye en noviembre, con los primeros temporales del Mediterráneo.


En este proyecto, el equipo investigador instaló colectores flotantes en las aguas del archipiélago de las islas Chafarinas, en el mar de Alborán, con el fin de obtener individuos adultos para la reproducción, así como ejemplares juveniles para el estudio de sus fases de desarrollo en condiciones controladas.


Es la primera vez que se reproduce en cautividad a esta especie, aunque no se consiguió el desove natural de las hembras, como ha explicado Juan Peña, investigador del Instituto de Acuicultura Torre de la Sal del CSIC y responsable del programa de fecundación. La solución fue la extracción de los huevos de una hembra mediante cesárea, que se fecundaron posteriormente en un tanque con gametos de 3 machos. Finalmente han sobrevivido 12 individuos. “Logramos superar la fase crítica, el paso de larvas planctónicas a juveniles reptantes”, comenta Machordom.


Además del éxito en el laboratorio, el equipo de científicos del proyecto ha puesto de manifiesto que la estrategia reproductora de esta lapa hermafrodita es mucho más compleja de lo que se pensaba. Se ha comprobado que el cambio de sexo puede producirse a lo largo de la vida de los individuos no solo de macho a hembra, como ocurre con otras lapas, sino que puede repetirse en sentido inverso, y volver a convertirse en machos (sexo en el que maduran las crías).


La experiencia del equipo de investigación servirá, además, para aumentar el conocimiento que se tiene sobre esta especie que era prácticamente una desconocida hasta hace unos años. Javier Guallart, del CSIC, comenta: “Hasta hace muy poco tiempo ni siquiera se sabía cuál era el aspecto de estas lapas en su estado larvario ni el de las pequeñas lapitas de uno o 2 mm de diámetro, que ahora además hemos podido fotografiar por primera vez”. Lograr manejar las condiciones de su reproducción en cautividad permitirá aumentar los ejemplares viables de P. ferruginea y facilitar su repoblación en el medio natural. Para Peña, “el siguiente objetivo es conseguir que las hembras desoven de forma natural en condiciones de laboratorio sin necesidad de una intervención”.


Estudios genéticos


Los ejemplares obtenidos en laboratorio proceden de un reducido grupo de progenitores, lo que hace que la variabilidad genética de las crías sea muy baja. El equipo confía en resolver este problema con los juveniles capturados en los colectores artificiales, que aportarán la diversidad genética requerida para mantener la viabilidad de la especie.


“Se trata de una especie en peligro de extinción cuyas poblaciones están muy restringidas geográficamente. Por ello estudiamos dónde residen los grupos con mayor diversidad genética y cuáles son las que podrían emplearse para reintroducir esta lapa en otros lugares, en caso de ser estrictamente necesario”, añade Machordom.


Distribución geográfica


Patella ferruginea es una especie endémica del Mediterráneo occidental consumida por el ser humano como alimento desde la Prehistoria, y amenazada actualmente por el deterioro del litoral, que ha supuesto una destrucción importante de los hábitats favorables para la especie. En la actualidad su área de distribución se encuentra restringida a algunos puntos del norte de África, el sureste de la Península Ibérica, Córcega, Cerdeña y las islas Chafarinas. Estas últimas, protegidas bajo la figura de Refugio Nacional de Caza y Pesca y gestionadas por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales, poseen las mayores poblaciones de lapa Patella ferruginea.


En la investigación, financiada por el Banco de Santander y el CSIC a través de una convocatoria gestionada desde la Fundación General CSIC, también han participado científicos del Instituto Torre de la Sal (CSIC) y del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria, donde se han llevado a cabo los experimentos de fecundación artificial, y de la Universidad Autónoma de Madrid.