Alimentación España , Palencia, Viernes, 19 de abril de 2013 a las 16:29

Investigan la capacidad de natación de peces continentales ibéricos

Para realizar estos estudios el Grupo de Ecohidráulica Aplicada de la Universidad de Valladolid ha construido un canal de natación para peces único en Europa

Cristina G. Pedraz/DICYT El Grupo de Investigación de Ecohidráulica Aplicada (GEA) de la Universidad de Valladolid, asociado al centro tecnológico Itagra, trabaja en una novedosa línea de investigación centrada en determinar la capacidad de natación de algunos peces continentales ibéricos como la trucha, el barbo o la boga. El objetivo final es conocer qué estructuras presentes en los ríos (como por ejemplo las presas) suponen un obstáculo para la migración de estos animales, así como mejorar el diseño de las escalas o pasos para peces.

 

Para realizar estos estudios experimentales el Grupo de Investigación ha construido un canal de natación en el río Duero, en las inmediaciones del municipio de Vadocondes (Burgos), en concreto en las instalaciones de la central hidroeléctrica Savasa. Se trata de las primeras instalaciones de estas características de Europa y las segundas en todo el mundo, explica a DiCYT el profesor Francisco Javier Sanz Ronda, quien detalla cómo se llevan a cabo estos ensayos.

 

“Capturamos ejemplares de peces de río, los marcamos con una serie de sensores electromagnéticos y los soltamos en el canal. Estudiamos su ascenso voluntario por este canal, cuya velocidad del agua es conocida, hasta que llegan a agotarse, y en base a ello determinamos la capacidad de natación de los individuos”, asegura el investigador, quien recuerda que el canal se ha desarrollado con la financiación de un proyecto de la Junta de Castilla y León.

 

Conocer estos datos permite, por un lado, “para mejorar el diseño de los pasos para peces, estructuras en las que la velocidad del agua es un factor limitante muy importante”. También sirven para determinar qué estructuras presentes en el río pueden suponer un obstáculo a la migración de los peces. “Por ejemplo hay pequeñas presas con el paramento muy tendido, en las que la parte de aguas abajo está en pendiente un poco inclinada. Si la presa no tiene mucha altura el pez escapa por el paramento y todo depende de su resistencia para superarlo o no. Conociendo los datos de velocidad de natación del pez podemos conocer si esas estructuras son o no obstáculos”, precisa.

 

El Grupo de Investigación está aplicando esta información sobre la capacidad de natación de los peces para conocer si las estaciones de aforo que tienen las confederaciones hidrográficas en todas las cuencas de España suponen un obstáculo. “En el caso de la cuenca del Duero aproximadamente el 80 por ciento de los peces autóctonos realizan movimientos migratorios internos dentro de la propia cuenca, necesarios para reproducirse y muchas estaciones de aforo suponen un problema para ellos”, agrega.

 

Trucha común

 

El Grupo está realizando investigaciones sobre determinadas especies que realizan movimientos migratorios como la trucha común, “una especie emblemática de la comunidad y de toda España, y con una gran importancia deportiva y económica”. En este caso colaboran con un organismo americano el S.O. Conte Anadromous Fish Research Center (CAFRC) en Turners Falls (Massachusetts, Estados Unidos), el primero en el mundo en desarrollar estudios sobre velocidad de natación voluntaria en peces. Los investigadores del Campus de Palencia han viajado hasta allí para conocer su trabajo e intercambiar experiencias.

 

Desde que empezaron su colaboración en 2008 han obtenido interesantes datos sobre la velocidad de natación que puede desarrollar la trucha, el tiempo de fatiga (es decir, el tiempo que puede nadar a esa velocidad) y la distancia máxima que es capaz de recorrer en diferentes velocidades del agua.

 

Por otro lado, han analizado de manera autónoma la capacidad de natación del barbo y de la boga ibéricos, “datos que no estaban publicados y que no se había trabajado en ellos”. El barbo y la boga son especies endémicas de la cuenca del Duero y suponen más de la mitad de la biomasa total de peces que hay en nuestros ríos, por lo que tienen gran importancia. Asimismo, son también de especies migradoras de media distancia.