Alimentación México , México, Jueves, 28 de noviembre de 2013 a las 14:08

Combaten ácaro que se alimenta de sangre de abejas

Logra INIFAP tecnología orgánica para control de plaga apícola

AGENCIA ID/DICYT México es uno de los primeros cinco países productores de miel a nivel mundial y el segundo en exportación. Sin embargo, los apicultores pueden ver afectada su producción por el ataque de un parásito, el ácaro Varroa, que se alimenta de hemolinfa, que es la sangre de las abejas.

 

Actualmente, los métodos de control más empleados son de origen sintético, pero enfrentan el principal problema de generar resistencia por parte del ácaro, lo cual reduce su eficacia; además, no es raro que produzcan residuos en las mieles y ceras de las abejas tratadas de esta manera.

 

De acuerdo a estudios realizados por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), no brindar tratamiento a las colonias infestadas por Varroa puede significar una producción de miel 65 por ciento menor en relación a colonias en donde sí se controla al ácaro.

 

Ante esta disyuntiva, investigadores del INIFAP plantearon a los apicultores el control orgánico de la plaga empleando timol en polvo, lo cual resulta de fácil aplicación, más barato, no produce resistencia por parte del ácaro ni genera residuos en mieles y ceras si se utiliza en forma adecuada.

 

El doctor Miguel Arechavaleta Velasco, líder del proyecto de INIFAP, explica que la Varroa es un ácaro que se alimenta de la hemolinfa de las abejas; como si fuera una garrapata, produce una enfermedad en las colonias llamada varroasis que puede matar a colmenas enteras, de manera que es el principal problema que enfrentan los apicultores en el mundo.

 

“Entre los productos orgánicos que hemos estudiado, el timol ha brindado resultados alentadores; es un aceite esencial que se obtiene del tomillo y así se vende; incluso hay productos comerciales a base de timol para el control de Varroa, pero nosotros desarrollamos una forma diferente de aplicación, que además resulta más fácil y barata para el apicultor”, detalla el científico del INIFAP.

 

El método propuesto consiste en utilizar timol en polvo de la misma dimensión que el azúcar glas, con el cual se mezcla en una proporción de seis gramos de timol por 24 gramos del endulzante, para lograr una dosis de 30 gramos.

 

La mezcla se esparce en una charola de papel aluminio de 20 por 20 centímetros, la cual se coloca en las colmenas 90 días antes de que empiece la floración, por un lapso de 45 días y se realizan tres aplicaciones del producto cada 15 días.

 

“La mayor parte de la miel que se produce en México se exporta, sobre todo a Europa, donde los estándares sanitarios son muy altos, principalmente en lo relativo a residuos químicos. De ahí la importancia del control de la Varroa de manera orgánica”, refiere el doctor Arechavaleta Velasco.

 

Tecnología

 

Agrega que con esta tecnología el apicultor obtiene un control similar al de los productos químicos, pero es más fácil de aplicar y es más barata, no genera resistencia por parte del parásito y, si se maneja adecuadamente, no produce residuos en mieles ni en ceras.

 

Es factible de aplicarse en cualquier región apícola de México, y está dirigida no sólo a la producción de miel, polen y jalea real, sino también para quienes se dedican a la polinización de cultivos y cría de abejas reinas.

El investigador en genética de las abejas señala que la tecnología desarrollada se publicó recientemente en el INIFAP; “estamos en procesos de validación mediante pruebas de campo con apicultores, y en base a los resultados que se obtengan, la siguiente etapa es la de transferencia para distribuirla de manera masiva”.

 

De acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), en 2010 se produjeron en México casi 56 mil toneladas de miel, siendo los estados con mayor aporte Yucatán, Jalisco y Campeche. Como negocio genera anualmente mil 512 millones de pesos por consumo interno y ventas al exterior, según informa de Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación.