“Algunos de los mejores investigadores españoles en levaduras están en Salamanca”
JPA/DICYT El investigador de la Universidad Internacional de Cataluña Josep Clotet ha visitado hoy el Instituto de Biología Funcional de Genómica (centro mixto del CSIC y la Universidad de Salamanca). Además de mostrar en una conferencia su trabajo sobre la relación entre las células y sus nutrientes, llega con la intención de hacer contactos, ya que varios de los científicos del centro comparten intereses con su grupo de investigación y en su opinión, “en Salamanca están algunos de los mejores investigadores españoles en levaduras”, el modelo que utiliza.
“Intentamos entender cómo se dividen las células para comprender desde procesos fisiológicos, por ejemplo, cuando te haces una herida, las células empiezan a dividirse para taparla; y para comprender procesos patológicos, cuando una célula a veces se vuelve loca y empieza a dividirse sin freno, lo que se conoce como cáncer”, explica el investigador a DiCYT.
El trabajo de su grupo de investigación se centra en “entender los mecanismos que hay dentro de esas células para que tomen unas decisiones u otras” y para ello trabajan con levaduras, especialmente Saccharomyces cerevisiae. “Es un organismo realmente excepcional. Si tienes hipótesis difíciles de comprobar en organismos más complejos, como los mamíferos, sirve como banco de pruebas”, comenta.
Dentro de este modelo, el grupo de Josep Clotet ha descubierto recientemente cómo los nutrientes de la célula pueden regular su proliferación. “Cuando una célula no tiene nutrientes, deja de dividirse, se para”, asegura. Aunque puede parecer algo lógico, la acción es compleja. “Las células detectan que hay una caída de nutrientes y deciden pararse en un estado de resistencia antes de pasar hambre”, explica, “lo que hacen es detenerse en un punto concreto, esperan que pase la tormenta y después siguen adelante”.
Células previsoras
Los investigadores de la Universidad Internacional de Cataluña han demostrado que si una célula no está atenta al medio, sigue dividiéndose y “le pilla la crisis en medio de su división celular”, acaba por morir. En definitiva, “sólo las que han sido previsoras, han visto que se acercaba la crisis y han parado antes son las que viven y pueden volver a replicarse cuando llegan los nutrientes”. En concreto, su investigación hace referencia a los niveles de fósforo, mientras que otros científicos ya lo habían comprobado con glucosa y nitrógeno.
Este avance se podría emplear para luchar contra enfermedades como el cáncer, que se caracteriza por la división celular descontrolada. “Este sistema es como un sensor que detecta que no hay nutrientes y transmite una señal, si pudiéramos entender cómo funciona, quizá podríamos engañar a las células para que crean que no hay nutrientes y esto les haga detenerse”, sugiere.
Ese logro aún está lejos, pero “hay miles de ejemplos en la historia de la ciencia en los que una investigación básica acaba generando resultados prácticos, desde el campo dela física a las matemáticas o a la biología. Hoy tenemos terapias anticancerígenas porque hubo gente que jugaba con levaduras hace 30 años”, asegura.