Salud España , Salamanca, Lunes, 24 de marzo de 2014 a las 15:08

El IBSAL integra la investigación salmantina en la lucha contra las enfermedades

El Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca se presenta oficialmente tras culminar su acreditación por parte del Instituto de Salud Carlos III

JPA/DICYT El Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL), que integra a más de 500 científicos pertenecientes a varios centros de investigación, se ha presentado hoy de forma oficial con un acto que ha tenido lugar en el Hospital Universitario de Salamanca y que ha servido para recordar que la misión de este tipo de entidades, integradas en el Instituto de Salud Carlos III, es la de trasladar la investigación a la mejora de la atención a los pacientes.

 

El IBSAL ha culminado ya el proceso de acreditación por parte del Instituto de Salud Carlos III y su objetivo es apostar por la investigación clínica y traslacional, que es “lo que demanda la sociedad, solucionar sus problemas de salud”, ha afirmado el consejero de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Antonio María Sáez Aguado, en declaraciones recogidas por DiCYT. En este sentido, el proyecto del IBSAL es “un ejemplo de integración” entre la investigación que se realiza por parte de la universidad o el CSIC y los centros asistenciales.

 

Forman parte del IBSAL el Hospital Universitario de Salamanca, las facultades y departamentos biomédicos de la Universidad de Salamanca; el Centro de Investigación del Cáncer (CIC-IBMCC), el Instituto de Neurociencias de Castilla y León (INCYL), el Instituto de Biología Funcional y genómica (IBFG) y equipos de Atención Primaria del Área de Salamanca.

 

El rector de la Universidad de Salamanca, Daniel Hernández Ruipérez, aseguró que la calidad de la investigación médica del IBSAL es “extraordinaria” y que su creación es un hito: “Habrá un antes y un después”, afirmó. Además, quiso destacar el papel de la investigación básica, que hace posible el desarrollo de la investigación traslacional y aplicada. Hernández Ruipérez pidió que los científicos trabajen aún más que hasta ahora: “Tenemos más responsabilidad porque vamos a tener más recursos y tenemos que responder de ellos”, declaró.

 

Antonio Andreu, director del Instituto de Salud Carlos III, destacó que la acreditación del IBSAL le permite tener acceso a programas de financiación específicos para este tipo de institutos, que, entre otras cosas permiten incorporar profesionales sanitarios para que se dediquen tanto a la asistencia como a la atención. “En el futuro serán la punta de lanza de todo el sistema de investigación biomédica en España”, aseguró. En total hay 24 institutos acreditados y el de Salamanca es el único de Castilla y León. La clave de estas entidades está en aglutinar a científicos de diversas especialidades en un proyecto común. “Los ciudadanos perciben que la investigación en salud es un elemento clave para el progreso”, añadió, “la investigación biomédica será uno de los motores de desarrollo del futuro”.

 

Por su parte, el vicepresidente de Organización del CSIC, José Ramón Urquijo, recordó que el organismo que representa está presente en los principales institutos de investigación del país y que no sólo realiza investigación básica, como se suele creer, sino también aplicada. “Somos la entidad española que más patentes licencia”, comentó, “nuestro compromiso es trabajar por una medicina traslacional y esperamos que dé grandes resultados”.

 

La financiación de la investigación biomédica 

 

Tanto el director del Instituto de Salud Carlos III como el vicepresidente del CSIC aludieron a la fortaleza de la investigación biomédica española, en el sentido de que se ha mantenido la producción científica en este ámbito a pesar de que la crisis económica ha obligado a reducir la financiación. España es el décimo país del mundo en producción científica en este ámbito, cuya financiación tiene algunas peculiaridades, por ejemplo, que algunos fondos proceden de la industria farmacéutica, obligada a dedicar parte de sus beneficios a la investigación. Además, tanto Antonio Andreu como abogaron por una mayor eficiencia a la hora de invertir recursos.

 

Por el contrario, el rector de la Universidad de Salamanca, alertó de que los buenos datos sobre producción científica se deben a que en la actualidad se están publicando los resultados de los proyectos que se pusieron en marcha hace varios años. Sin embargo, las convocatorias para nuevos proyectos “han descendido extraordinariamente”, lo cual tendrá su repercusión en los próximos años y la ciencia española, que mantiene el décimo puesto en producción científica en general, no sólo en biomedicina, perderá esta posición con toda seguridad, según el rector. Los científicos “se están quedando sin proyectos de investigación" y las universidades no tienen posibilidad para contratar a jóvenes investigadores muy preparados que acaban realizando excelentes proyectos en otros países.