Los deportistas aficionados consumen casi tanto alcohol como la población general
JPA/DICYT La Universidad Pontificia de Salamanca ha acogido hoy la presentación de un estudio sobre hábitos de consumo de bebidas alcohólicas en deportistas. En una encuesta realizada a más de 300 personas, la cerveza es la bebida alcohólica preferida tanto de los deportistas profesionales como de los aficionados y de un grupo de control formado por no deportistas o deportistas ocasionales. Los resultados indican que los aficionados consumen significativamente más alcohol que los profesionales, casi al mismo nivel que la población general.
El estudio se ha llevado a cabo con 336 sujetos de toda España de entre 18 y 40 años, el 75% hombres y el 25% mujeres. A la hora de recoger los resultados se establecieron tres grupos: deportistas profesionales, aficionados que entrenan al menos 6 horas semanales y compiten, y deportistas ocasionales sin actividad significativa. Buena parte de los encuestados son estudiante solteros, lo que puede haber influido en los resultados, según reconocen los responsables de la encuesta.
La mitad de los deportistas aficionados reconoce consumir algún tipo de bebida alcohólica, muy cerca del 57% del grupo de control, una cifra muy alejada del 21% de los profesionales. Incluso los aficionados superan a los controles en algunas categorías, como la de “consumos altos”, de 3 a 5 cervezas, en fin de semana. También es el grupo de deportistas aficionados el que opina en mayor medida que el consumo de alcohol ha podido influir en sus resultados deportivos.
Al margen de los datos que revelan los hábitos generales, el 33% de los profesionales reconoce consumir alcohol en reuniones de sociedad o con amigos, frente al 59% de los aficionados y el 71% de los controles.
El estudio, financiado por el Centro de Información Cerveza y Salud, ha sido dirigido por el ex baloncestista profesional Juan Antonio Corbalán, especialista en fisiología del ejercicio en el Instituto de Rehabilitación Funcional y Ciencias Aplicadas al Deporte de La Salle. “Mi hipótesis es que el consumo moderado de bebidas fermentadas de bajo contenido alcohólico es compatible con el mejor rendimiento”, comentó, aunque la investigación presentada se limita a realizar una encuesta sobre hábitos de consumo.
Normalizar la vida del deportista
La idea de Corbalán es que el deportista profesional se ve sometido en la actualidad a un riguroso control de todos los aspectos de su vida, ya que su rendimiento es visto como un negocio a su alrededor. Sin embargo, en su opinión es deseable una normalización de algunos hábitos y el consumo moderado de alcohol, en la línea con el resto de la sociedad, podría contribuir a su bienestar emocional sin influir en su rendimiento deportivo.
“No aconsejamos que se beba cerveza”, aclaró Manuel Castillo, catedrático de Fisiología Médica de la Universidad de Granada, también presente en el acto. Sin embargo, al tratarse de una bebida fermentada con un 95% de agua en su contenido y elementos como polifenoles, antioxidantes, vitaminas y fibra, podría estar aportando algunos beneficios.