Los bosques de la región almacenan 7 millones de toneladas de dióxido de carbono al año
BGA/DICYT Los bosques de la región almacenan anualmente un total superior a los siete millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), lo que supone casi un 40% de los derechos de emisión que el Plan Nacional de Asignación ha concedido a la región, fijado en los 17'3 millones de toneladas de CO2 anuales. Por provincias, las que más bosques fijadores de dióxido tienen son Burgos (37 millones de toneladas) y Soria (con 33 millones).
En el ránking regional les siguen León (32), Segovia (20), Salamanca (13.640), Ávila (13.537), Palencia (11.700), Zamora (9.500) y Valladolid (6.300).
Por especies, los bosques de frondosas absorben mayor número de toneladas, llegando hasta los 3.768.362 toneladas al año, mientras las coníferas sitúan su capacidad de fijación en 3.243.979 toneladas al año.
Estos datos son importantes de cara a las posibles consecuencias que pueda tener la entrada en vigor del Protocolo de Kyoto, ya que supone que la región cuenta con un importante número de árboles que contribuyen a fijar el CO2 y, con ello, a paliar las posibles emisiones que están realizando las industrias, que de pasarse los límites, se verían obligadas a cumplir sanciones. En este sentido, es importante tener en cuenta que, desde 1990, la contabilidad de las emisiones considera los sumideros forestales como fruto de la acción humana, lo que podría contribuir a evitar esas posibles sanciones.
La Consejería de Medio Ambiente ha hecho públicos estos datos con motivo de la presentación del III Inventario Forestal Regional. Este inventario aporta otros datos como que por cada habitante, la región tiene 1.289 árboles, 1,94 hectáreas de superficie forestal, 1'2 hectáreas de superficie forestal arbolada y 63 metros cuadrados de madera.
Todo esto supone un recurso muy importante, tanto a nivel medio ambiental como económico, ya que el valor calculado para esta superficie forestal de 4'8 millones de hectáreas asciende a 32.000 millones de euros. Asimismo, los datos presentados muestran que el crecimiento neto anual de los bosques es de 5 millones de metros cuadrados al año, ya que se incrementan en siete millones al año, de los que se extraen solo dos millones.
Con estos índices, Castilla y León se eleva como la tercera región europea en superficie forestal por habitante, solo superada por Suecia y Finlandia.