Un museo donde fijar la vista
Beatriz G. Amandi/DICYT La Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid acoge uno de los pocos museos de Oftalmología que existen actualmente en España. Se trata de un lugar donde las rarezas se amontonan y donde los tratados científicos del siglo XIX se mezclan con dibujos originales de Ramón y Cajal.
El Museo de Oftalmología Doctor Saracíbar pertenece al Instituto de Oftalmobiología Aplicada (IOBA) de Valladolid y constituye una muestra completa de lo que ha sido la historia reciente de la Oftalmología. En total son cuatro partes fundamentales las que integran la muestra.
La primera de ellas está dedicada a los manuales y tratados de esta ciencia. La primera cátedra de Oftalmología se creó a finales del siglo XVIII en Francia, y se irá desarrollando hasta el siglo XIX, cuando ya se afianza como especialidad médica. Sin embargo, hasta la segunda mitad de este siglo, no comienzan a producirse los avances más importantes en los estudios médicos del ojo, que son los que hacen que sea necesario estructurar y organizar la especialidad, según explican fuentes del IOBA.
En este apartado, la obra más antigua que se conserva es el Tratado teórico práctico de las enfermedades de los ojos, publicado por el profesor de Cirugía de la Facultad de Medicina de Valladolid, Luis María Mexía, en el año 1814. A este ejemplar le acompañan muchos otros, casi todos ellos ilustrados con dibujos, que repasan la evolución de especialidades como anatomía patológica o técnicas quirúrgicas. Entre los dibujos figuran algunas ilustraciones realizadas por Ramón y Cajal. Según han explicado a DICYT fuentes del IOBA, es esta parte la que más expectación levanta entre los estudiantes, ya que muchos de los grabados y dibujos no han perdido actualidad y son curiosos por sus formas y descripciones.
Otra parte del Museo está dedicada al instrumental quirúrgico, y atesora antiguas cajas con material de sutura, electroimanes, cauterios y otros utensilios que fueron perfeccionándose a medida que se introducían nuevas técnicas anestésicas y antisépticas a las prácticas habituales.
Estos avances son también los que permitieron aplicar nuevas técnicas en los exámenes de refracción necesarios para conocer el estado de la córnea. Así, en el museo se puede ver un apartado dedicado a oftalmómetros, aparatos que sirven para determinar el astigmatismo, cajas de lentes de pruebas, refractómetros, escala de optotipos (que son tablas que sirven para medir la agudeza visual), etc.
Finalmente, otro de los apartados del Museo está dedicado a los aparatos empleados en la exploración del ojo. Según explican fuentes del IOBA, en el año 1900 se conocían ya la mayor parte de los instrumentos básicos usados en Oftalomología. Así, se muestran diversos modelos de oftalmoscopios que van incorporando las sucesivas mejoras, tales como la incorporación de luz eléctrica, los juegos de lentes o el tonómetro.
El doctor Saracíbar | |
El museo lleva el nombre del doctor José María Saracíbar, que fue la persona que donó la mayoría del material expuesto, aunque posteriormente se ha ido ampliando la muestra con donaciones privadas y de instituciones hasta consolidar la muestra que se expone hoy en día. La Oftalmología ha sido una constante en la familia Saracíbar, en la que se sucedieron hasta tres generaciones de especialistas que ejercieron en la ciudad su especialidad, por ello, muchos de los objetos expuestos, además del interés que tienen para la muestra, son de un elevado valor sentimental para los descendientes de esta saga castellana. |