Diagnostican tuberculosis mediante el análisis del perfil metabolómico de la orina
CIBER/DICYT Investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Respiratorias (CIBERES) en el Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol descubren una nueva técnica para el diagnóstico de la tuberculosis a través del análisis del perfil metabolómico de una muestra de orina. Este es uno de los avances que se presentarán en el marco de las XII Jornadas Científicas CIBERES, que se celebran hoy y mañana en Madrid, y en las que participan casi un centenar investigadores en el área de las Enfermedades Respiratorias.
La tuberculosis (TB) es una enfermedad infecciosa de ámbito mundial, que constituye un grave problema de salud pública. Según la OMS 10’4 millones de personas desarrollaron la enfermedad en el último año (1’4 millones de niños) y 1’8 millones murieron a causa de ella.
Los métodos habituales de diagnóstico de la tuberculosis se han mostrado como insuficientes para el control de la enfermedad. El examen microscópico es poco sensible, los cultivos son lentos y las técnicas moleculares, a pesar de que pueden generar resultados rápidos, son caras, requieren de personal entrenado y son difíciles de implementar en numerosos países con altas incidencias. Por ello, “disponer de una técnica rápida, sensible y que utilice una muestra no invasiva es de gran utilidad para el diagnóstico, manejo y control de la tuberculosis”, explica el investigador del CIBERES y responsable principal del estudio, José Domínguez.
Perfil metabolómico específico en pacientes con tuberculosis
Los investigadores del CIBERES han demostrado la existencia de un perfil metabolómico específico en pacientes con tuberculosis, que puede ser además utilizado durante el tratamiento para monitorizar la eficacia del mismo.
“Ha habido un aumento considerable en el número de casos de tuberculosis multi-resistentes y extremadamente-resistentes a la mayoría de fármacos antituberculosos, lo que dificulta enormemente el control de la enfermedad”, apunta el Dr. Domínguez. “Por otro lado, carecemos hasta el momento de técnicas adecuadas para la monitorización del tratamiento, de manera que, en caso de tratamiento incorrecto o poco cumplimiento por parte del paciente, detectar la poca eficacia del tratamiento no es fácil”, explica.
Los investigadores estudiaron el metaboloma urinario mediante técnica de resonancia magnética nuclear de alto campo. “Los resultados obtenidos demuestran que existe un perfil específico en los pacientes con tuberculosis, significativamente diferente del que encontramos en individuos sanos, en pacientes con otras infecciones respiratorias y pacientes diagnosticados de broncocarcinoma de pulmón”, concluye el investigador.
El metaboloma estudia el conjunto de metabolitos que se generan durante la actividad metabólica y fisiológica de las células. Los metabolitos que se liberan pueden verse modificados en situaciones no fisiológicas, es decir en condiciones de enfermedad. Se ha descrito como el metaboloma de los pacientes con cáncer es diferente que el de los individuos sanos. En este sentido, los procesos infecciosos también pueden constituir una alteración del equilibrio fisiológico normal e inducir la modificación de perfiles metabolómicos específicos.
Una muestra fácil de obtener y equipos adaptables
Una las ventajas de este nuevo método es que la tecnología requiere de un volumen muy pequeño de orina: “La orina es una muestra fácil de obtener y no es contagiosa para la tuberculosis, y por sus características lleva a cabo un proceso natural de concentración de los metabolitos”, señala José Domínguez.
Por otro lado, gracias a una ayuda FIPSE 2016, y a la mentorización del programa IDEA2-Global del MIT (Massachusetts Institute of Technology), el equipo de investigadores ha conseguido adaptar la detección de los metabolitos a un equipo de resonancia magnética nuclear de bajo campo. Se trata de un equipo de sobremesa perfectamente adaptable a laboratorios mínimamente equipados.
“El siguiente objetivo es el de miniaturizar la tecnología a sistemas de detección de muy pequeño tamaño (biosensores), e incluso a una técnica rápida tipo handle point-of-care (de manejo en el punto de atención), que pueda realizarse en áreas remotas”, adelanta el Dr. Domínguez.