Expertos en biología molecular de plantas reclaman mecanismos para transferir conocimiento a las empresas
JPA/DICYT La XIV Reunión de Biología Molecular de Plantas arrancó hoy en Salamanca con ponencias dedicadas al estudio de la reproducción de las plantas, la biología de sistemas, la biología vegetal aplicada y las herramientas tecnológicas. Asimismo, destacó una sesión centrada en la relación entre ciencia y empresas y financiación de la I+D+i en este campo.
Según Antonio Molina, investigador del Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas (CBGP, centro mixto de la Universidad Politécnica de Madrid y el Instituto Nacional de Investigación Agraria y Alimentaria, INIA), la relación entre los científicos que estudian la biología molecular de las plantas y las empresas del sector es “mejorable”.
“Tenemos una ciencia básica de alto nivel, con una serie de descubrimientos y desarrollos tecnológicos que deberían poder transferirse de una manera eficiente al sistema productivo, pero esto no ocurre en todos los casos”, asegura.
Una de las razones es “un cierto desconocimiento por parte del sector productivo de las tecnologías que se desarrollan en los centros públicos de investigación” y otra es la falta de estructuras dentro de las propias instituciones científicas, ya que “no tienen los mecanismos necesarios para divulgar y transferir conocimiento a las empresas”.
Este problema se traduce en “un retraso en la transferencia de tecnología y en el desarrollo de innovaciones que podrían mejorar la producción agrícola y otro tipo de actividades económicas”.
Plataforma BIOVEGEN y otras iniciativas
No obstantes, hay muchas iniciativas para acelerar esta transferencia. “En la plataforma BIOVEGEN participan entidades públicas y empresas y a través de las herramientas que ha puesto en marcha se pueden buscar socios y tecnologías e intercambiar información de manera más fluida”.
Aún así, “hay una brecha entre la investigación básica y la aplicada, así que hay que promover el emprendimiento para que la transferencia de tecnología la hagan los propios investigadores asociados con inversores para crear spin-off que actúen de puente entre la investigación básica y las grandes empresas, promover programas para que las compañías colaboren de forma más activa con universidades y centros de investigación”.
En el CBGP intentan fomentar la creación de empresas de base tecnológica. La principal dificultad es encontrar inversores, pero existen programas que ayudan a conseguirlo. “Nuestra experiencia más reciente es una spin-off que ha desarrollado productos, por ejemplo, uno que confiere resistencia a salinidad y que ya está comercializado por una multinacional alemana, y otro que ofrece resistencia a patógenos modulando la inmunidad innata, comercializado por una empresa española”.
Todo ello al final “termina generando más recursos” y una estrecha relación con las empresas, muy positiva a la hora de solicitar nuevos proyectos de investigación. De hecho, Antonio Molina asegura que los inversores extranjeros se quedan muy sorprendidos cuando conocen el potencial de la investigación española en este campo.
Buscar las características deseadas en especies silvestres
El protagonista de la conferencia inaugural, Arp Schnittger, investigador de la Universidad de Hamburgo (Alemania), confirma esta percepción. “El nivel de las investigaciones sobre plantas siempre ha sido muy alto en España”, asegura. De hecho, él mismo ha colaborado con expertos españoles en artículos científicos de gran repercusión y reclama que el Gobierno les dote de los fondos necesarios para mantener el nivel.
Schnittger explicó en su intervención sus estudios sobre meiosis, la reproducción sexual característica de los organismos vegetales, en la planta modelo Arabidopsis thaliana. “Es muy importante entender este proceso para controlar la reproducción de las plantas”, comentó.
Parte importante de su trabajo consiste en conocer las características de cada especie por medio del análisis de sus cromosomas. “Hay especies silvestres que son resistentes a la sequía o a los patógenos, por ejemplo. Esas características están en la naturaleza, sólo hay que encontrarlas para trasladarlas a las especies de cultivo por medio de la recombinación de cromosomas”, apuntó. En realidad, es lo que siempre ha hecho la agricultura al hibridar distintas especies, pero ahora el conocimiento molecular permite conseguir distintas variedades con las características mejoradas de forma más precisa.
Grandes aportaciones españolas en los últimos años
La inauguración del congreso estuvo presidida por el secretario general de la Universidad de Salamanca, Fernando Almaraz, y contó con la presencia de María José Fresnadillo, concejala de Salud Pública y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Salamanca, y representantes de las entidades organizadoras, el Instituto Hispanoluso de Investigaciones Agrarias (CIALE) de la institución académica salmantina y el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA).
Óscar Lorenzo, investigador del CIALE y responsable del Comité Organizador de la XIV RBMP, explicó que tras años de baja financiación de los grupos de investigación se han visto mermados de personal, pero que ha comenzado la recuperación.
Su compañera Dolores Rodríguez ha destacado las investigaciones que se han desarrollado en los últimos años en España, como el trigo sin gluten de un grupo del CSIC en Córdoba o naranjas ricas en vitamina A y un maíz con más vitaminas, desarrollado en Lleida con vistas a mejorar la alimentación en África. Aunque en Europa no se pueden experimentar con plantas transgénicas en el campo, en los laboratorios se trabaja con ellos para comprobar cuál es la función de los genes para mejorar las cosechas.
Mar Siles, directora del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA) y delegada del CSIC en Castilla y León, ha destacado la apuesta de este congreso por potenciar la relación entre los científicos y el sector productivo, ya que “ciencia es progreso y progreso es bienestar para toda la población”.
Organizadores y patrocinadores
La XIV Reunión de Biología Molecular de Plantas, que se celebra en la Hospedería Fonseca de la Universidad de Salamanca entre el 4 y el 6 de julio de 2018, está organizada por el Instituto Hispanoluso de Investigaciones Agrarias (CIALE), la Universidad de Salamanca en la celebración de su VIII Centenario y el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA, centro propio del CSIC).
Además, cuenta con el patrocinio y la colaboración de la Sociedad Española de Fisiología Vegetal, la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM), The Federation of European Societies of Plant Biology, dos centros de investigación con el distintivo de excelencia ‘Severo Ochoa’: el Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas (CBGP) y el CRAG, BIOVEGEN, ABIOPEP, Agrisera, Fisher Scientific, Dismed, Diputación de Salamanca, Turismo de Salamanca y Caja Rural de Salamanca.