Alimentación España , Burgos, Lunes, 23 de julio de 2018 a las 15:24

Más de 340.000 restos recuperados en 40 años de excavaciones en Atapuerca

Concluye la presente campaña en la que han participado más de 280 investigadores

CGP/DICYT La 40 campaña de excavaciones en los yacimientos de la sierra de Atapuerca ha llegado a su fin. Los trabajos dirigidos por Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell han contado con la participación de 280 personas que han dedicado sus esfuerzos en los yacimientos de Sima del Elefante, Galería, Gran Dolina, Cueva del Mirador, Cueva Mayor (Portalón, Sima de los Huesos y Galería de las Estatuas) y en el lavado de sedimento a orillas del río Arlanzón. La novedad de este año ha sido el inicio de las excavaciones en un nuevo yacimiento, La Paredeja. En estos 40 años, los investigadores han recuperado más de 340.000 restos.


En el yacimiento de la Sima del Elefante, este año se han hallado diferentes restos de animales entre los que destacan el pigargo y el castor, los cuales “apuntan a la existencia de un ambiente húmedo en la Sierra hace 1,3 millones de años”, explica el equipo de investigación, que también ha recuperado restos de ciervo gigante y de gamo. Aunque, hasta el momento, en el nivel 7 no se han obtenido evidencias directas o indirectas de presencia humana, el equipo “se encuentra en la fase inicial de excavación y es posible que en futuras campañas aparezcan”.


En el caso de Galería, la campaña ha permitido alcanzar la base de la Unidad GII caracterizada por ser una rica asociación de abundantes restos de fauna e industria lítica de una antigüedad de unos 300.000 años. Principalmente, se han localizado restos de caballos y ciervos (huesos axiales y craneales) asociados a bifaces y a núcleos utilizados para extraer lascas con las que procesar a estos animales. Se han documentado además abundantes cantos de río utilizados como machacadores de huesos y percutores para la talla. También se han recuperado restos de carnívoros, entre los que destaca una hemimandíbula derecha de león en perfecto estado de conservación.

 

En Gran Dolina, se ha terminado de excavar la unidad TD10. Desde la segunda mitad de junio, se ha excavado el nivel TD10.4, datado en algo más de 400.000 años de antigüedad. Este nivel, algo más pobre que los superiores, ha aportado una significativa muestra de instrumentos de piedra, entre los que destacan elementos característicos del Achelense como bifaces y hendedores. En cuanto a la fauna, mal conservada debido a las condiciones ácidas del estrato sobre el que apoya, destaca la presencia tanto de ungulados como carnívoros y, como novedad, la de oso.


Con la finalización de TD10, se cierra pues una fase en la que, después de unas intervenciones llevadas a cabo durante la segunda mitad de los años 80, se ha estado trabajando continuadamente desde 1996. Desde entonces, se han coordenado más de 97.000 restos faunísticos y 37.000 instrumentos de piedra. Estos materiales son el producto de una sucesión de fases de ocupación muy ricas, con características muy diversas: desde verdaderos campamentos base diversificados a campamentos especializados de cazadores de bisontes, pasando por fases donde las ocupaciones humanas son de un carácter más esporádico.


Al concluir esta campaña se ha puesto al descubierto el techo del nivel TD9 en toda la superficie. Esto significa que, a partir del año que viene, el equipo se adentrará “en un tramo de la sucesión estratigráfica donde todavía no se ha documentado presencia humana, hasta llegar al esperado nivel TD6, donde tendremos la oportunidad de revisitar y ampliar nuestro conocimiento sobre una de las joyas de Atapuerca, y de la arqueología y la paleoantropología mundiales”.


Gran Dolina TD4


Uno de los animales más emblemáticos de la prehistoria es el oso de las cavernas que convivió con los neandertales y los primeros sapiens que llegaron a Europa. Esta especie es bien conocida en toda Europa gracias a los numerosos yacimientos documentados en nuestro continente. Sin embargo, aún queda mucho por conocer sobre el origen de su linaje. En la actualidad se estima que Ursus dolinensis es la especie que inicia esta línea evolutiva hace aproximadamente 1 millón de años.


Los numerosos fósiles de oso que se han recuperado este año en el nivel TD4 de la Gran Dolina pertenecen a la especie ‘Ursus dolinensis’. Hasta el momento se han recuperado restos de cerca de una veintena de individuos que presentan todos los rangos de edad: desde individuos neonatos e infantiles a individuos muy viejos. Esto convierte al yacimiento de Gran Dolina en el mejor yacimiento para estudiar el desarrollo fisiológico y comportamental de esta especie, los cuales permitirán conocer aspectos relacionados con su dieta, sus hábitos de hibernación y sus relaciones con los primeros grupos humanos que habitaron la Península Ibérica. Este oso tiene tanto rasgos primitivos muy parecidos a los osos pardos actuales (tipo arctoides), combinados con los primeros de la rama espeloide (osos de las cavernas). Estas características son las que lo convierten en el mejor candidato a ser el ancestro del oso de las cavernas.


La Paredeja, un rico asentamiento ocupado durante el paleolítico medio

 

Este año se ha intervenido en un nuevo sitio denominado La Paredeja. Se trata de una cueva cortada por una cantera localizada en el término municipal de Ibeas de Juarros, en el paraje del que recibe su nombre. Con el fin de evaluar el potencial arqueológico de este relleno de nueve metros de espesor, se ha procedido a limpiar el corte escalonando el terreno. Se han identificado diferentes unidades estratigráficas con varios niveles arqueológicos que contienen herramientas de piedra fabricadas con sílex y cuarcita, así como algún resto de fauna en los niveles inferiores. A la espera de dataciones y analizando las herramientas de piedra, todo indica que se trata de un rico asentamiento ocupado durante el paleolítico medio (150-30.000 años).

 

Por otro lado, en la cueva de El Mirador se han excavado niveles del Neolítico final, de unos 5.000 de antigüedad, relacionados con el uso de la cavidad como cueva redil. Destaca la alternancia de niveles con presencia prácticamente exclusiva de restos de ovicápridos, principalmente fetos, neonatos e infantiles, relacionados con la estabulación de animales en periodo de gestación y de lactancia, con otros en los que se documenta una gran variabilidad de especies domésticas y salvajes. Dicha alternancia ilustra distintas formas de gestión de los rebaños, probablemente de carácter estacional, y pone de manifiesto la importancia de la caza en determinados periodos, como complemento a los productos alimenticios derivados de la agricultura y la ganadería.

 

En el caso de Cueva Fantasma, después que durante los últimos dos años se procediera a la limpieza de la vieja cantera, este año se ha comenzado a excavar en este yacimiento.


La primera fase de las labores se ha centrado en un sondeo del sector del conducto o cavidad ubicada al oeste de Cueva Fantasma, para continuar con la excavación en sí misma.


Durante esta campaña se ha alcanzado casi el metro y medio de profundidad donde se han encontrado numerosos restos fechables durante el Pleistoceno Superior, es decir, de una antigüedad de unos 50.000 años.

 

Entre los restos que se han hallado destacan numerosos restos de caballo, de otros bovinos, de mustélidos y algunos pequeños carnívoros como el Cuan (perro salvaje). Durante el próximo mes de agosto se retomarán las obras de construcción de la techumbre de protección del yacimiento por lo que se espera que durante la próxima campaña se podrá trabajar con mayor intensidad en un yacimiento que promete grandes sorpresas.

 

Yacimientos de Cueva Mayor


Enclavado en una profunda sima de una de las galerías de la Cueva Mayor, la Sima de los Huesos (SH), datada en una antigüedad de algo más de 430.000 años, es el mayor yacimiento del planeta en cuanto a número de fósiles del género Homo se refiere. En la campaña de este año, se ha extendido la excavación en la zona noreste del yacimiento sobre la que aún no se había actuado. Hasta el momento, los resultados de la campaña de 2018 “caben de calificarse de excelentes pues se ha recuperado una veintena de fósiles humanos que incluyen nuevos e importantes restos craneales”.


Este año se ha excavado principalmente los niveles correspondientes al neolítico donde se han hallado muchos restos de fauna cazada como ciervos y jabalíes y probablemente caballo salvaje además se han encontrado restos de cerámica de esta época. Muy interesantes han sido los objetos de adorno encontrados, como son varias cuentas de collar. También se ha encontrado mucha industria lítica como varias piezas de sílex. En el nivel correspondiente a la Edad del Bronce lo que se ha hallado han sido sobre todo restos cerámicos.


En la Galería de las Estatuas, también en Cueva Mayor, se continuado los trabajos para caracterizar las ocupaciones Neandertales en la Sierra de Atapuerca durante el MIS 5, entre hace 80 y 115.000 años. Durante la presente campaña se han recuperado fósiles de macromamíferos (ciervos, équidos, hienas) así como de aves y restos de industria lítica. Además también se ha avanzado en la toma de muestras para caracterizar mejor las cronologías de estas ocupaciones.


El trabajo en el río se ha visto complicado este año por el robo de las bombas que extraen el agua para lavar los sedimentos de las Cuevas de Atapuerca por el sistema de lavado-tamizado a presión. A pesar de todo hemos conseguido lavar sedimentos de algunos de los yacimientos encontrando magníficos microfósiles. En el nivel TD10-4 de la Gran Dolina se ha encontrado un molar de un gran erizo, que indica que en ese tiempo el clima era templado y húmedo, con vegetación y alimentación abundante. En la Sima del Elefante, en los niveles en los que se encontró la mandíbula humana, TE9, han aparecido las mandíbulas de las musarañas gigantes muy bien conservadas que indican que en esos momentos las condiciones de humedad y temperatura favorecieron un paisaje rico y con agua abundante en los alrededores de la Cueva de la Sima del Elefante.