Nuevos descubrimientos sobre las vías de conexión entre la caquexia y el cáncer
UB/DICYT Algunos órganos y tejidos no musculares —incluso, también los tumores— pueden sintetizar moléculas que alteran las vías de regulación metabólica en los afectados por caquexia, una patología asociada al cáncer —entre otras enfermedades— que se manifiesta por la reducción severa del tejido adiposo y la masa muscular. Las señales moleculares que regulan la comunicación entre tejidos corporales en los cuadros de caquexia oncológica se detallan ahora en una revisión que publica la revista Nature Reviews in Endocrinology y que firman los expertos Josep M. Argilés, Sílvia Busquets y Francisco J. López Soriano, del Departamento de Bioquímica y Biomedicina Molecular y del Instituto de Biomedicina (IBUB) de la UB, y Britta Stemmler (BS Nutrition Centre).
La caquexia es un síndrome multiorgánico que está presente en distintas patologías (cáncer, infecciones crónicas, etc.). Varios factores tumorales —por ejemplo, PIF, LMF y PTHrP— y otras moléculas —citocinas como la IL-6— son los principales mediadores bioquímicos en las vías de comunicación entre tejidos en la caquexia tumoral, según apuntan los expertos de la UB, miembros del Grupo de Investigación de Bioquímica y Biología Molecular del Cáncer.
En el caso de los tumores, las células cancerígenas no responden a las señales moleculares de su entorno y muestran un metabolismo energético profundamente alterado. La alta demanda energética de estos tejidos —en competencia con el resto de células por los nutrientes— y la menor ingesta de alimentos por parte de los afectados determinan el progreso de la patología. La caquexia, en conjunto, reduce la efectividad de los tratamientos antitumorales, perjudica la calidad de vida del enfermo y empeora la evolución del cuadro tumoral.
Las conexiones moleculares entre los procesos de inflamación, el metabolismo y el cáncer también se revisan en el nuevo trabajo, que hace hincapié en el papel de la inflamación sistémica en la activación de la pérdida de masa muscular. En concreto, la inflamación sistémica —es decir, que afecta a todo el cuerpo— es un proceso capaz de desencadenar una respuesta multiorgánica que altera el metabolismo proteico en el hígado y activa la síntesis de las proteínas de fase aguda.
Una doble vía de acción para el tejido adiposo
Curiosamente, el papel metabólico del tejido adiposo en los cuadros de caquexia cancerosa no ha sido bien definido en la bibliografía científica. Según revelan los autores, el tejido adiposo (blanco y marrón) tiene un activo papel metabólico, y por una doble vía: por un lado, potencia el envío de señales moleculares hacia el músculo esquelético para modelar el recambio proteico y, por otro, activa la termogénesis —mediante la transformación de células adiposas blancas en marrones—, de forma que genera ineficiencia metabólica y contribuye a la pérdida de peso en los pacientes caquécticos.
Combatir la caquexia en los pacientes oncológicos es un objetivo que exige la participación de equipos multidisciplinares (oncólogos, nutricionistas, dietistas, odontólogos, psicólogos) que trabajen desde enfoques amplios sobre la enfermedad (fármacos, consejo nutricional, actividad física, etc.). El equipo de expertos de la UB, que es líder en el escenario internacional de la investigación sobre caquexia, subraya que es imprescindible mejorar el estado general del paciente —tanto en cuanto a la ingesta como a los cambios metabólicos inducidos por el tumor— para generar beneficios en la eficacia del tratamiento antitumoral y la prognosis de la enfermedad en cada paciente.