Los expertos consideran necesario formar pediatras en contacto con la realidad de los países en los que ejercerán su profesión

AVPR/DICYT Hoy jueves ha arrancado en Salamanca la primera jornada del XVII Congreso Nacional de Pediatría Social en la que expertos y cooperantes expondrán hasta el próximo día 22 los principales problemas sociales que en la actualidad condicionan la salud de los niños en diferentes partes del mundo. Una serie de problemas que según ha explicado el vicepresidente del Comité Científico del Congreso, José Antonio Díaz, "se extienden también a los profesionales, ya que cada vez existe mayor necesidad de formar a los pediatras en aquellos países en los que desarrollarán posteriormente su trabajo, con el fin de que se enfrente desde el comienzo a los condicionantes que dificultarán el desarrollo de su trabajo".

Problemas como la pobreza o la marginación, a los que se han sumado recientemente otros como el SIDA hacen que la brecha que separa los problemas pediátricos del primer mundo y de los países subdesarrollados sea cada vez más grande. José Antonio Díaz comenta, "mientras que en los países desarrollados las tasas de mortalidad infantil son ridículas, en los países pobres resultan aún alarmantes".

En cualquier caso, "la pediatría de los países Europeos o de Estados Unidos afronta ahora otro tipo de problemas que afectan a la salud del menor desde otra perspectiva, como pueden ser las nuevas formas de maltrato materializadas en actividades como la pornografía infantil", y añade, "creemos que el maltrato entendido como castigo físico ya se ha superado en la mayor parte de los países desarrollados pero a pesar de ello se calcula que entre cuatro y siete de cada 1.000 niños sufre algún tipo de abuso que puede repercutir en su salud, y esto tiene quizás mayor trascendencia".

Por su parte, para Marta Sánchez Jacob, presidenta del comité organizador del encuentro, algunos de los puntos más relevantes que se tratarán durante los próximos días en Salamanca son los relacionados con las aportaciones de la Bioética a los problemas de salud de los niños. Así, las preocupaciones de los profesionales pasan actualmente por analizar las repercusiones que sobre los niños puedan tener las nuevas técnicas de reproducción asistida, o el problema que supone para los profesionales sanitarios el determinar cuando el niño está capacitado para decidir sobre su propia salud.